Mañana se celebra el Día Mundial de la Salud Mental
MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
Más de un millón de españoles tienen una enfermedad mental grave y menos de la mitad recibe apoyo psicológico y rehabilitación psicosocial, según datos de la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental, destacados por la ONG Solidarios, que con el lema 'Integra, participando' se sumará mañana, 10 de octubre, a la celebración del Día Mundial de la Salud Mental.
Una de cada cuatro personas en el mundo sufrirá una enfermedad mental a lo largo de su vida, un número de personas que se prevé aumentará "considerablemente" en los próximos años. Las enfermedades mentales representan el 12,5 por ciento de todas las patologías, un porcentaje superior al del cáncer y los trastornos cardiovasculares.
El 22 por ciento de la población padece episodios de ansiedad y depresión en algún momento de su vida. Estas son las principales causas de incapacidad en todo el mundo y suponen la cuarta parte de las visitas a los centros sanitarios.
Un 1 por ciento de la población desarrollará alguna forma de esquizofrenia a lo largo de su vida. Menos del 25% de los afectados es diagnosticado y tratado correctamente en los países occidentales.
Las personas con enfermedad mental grave se encuentran con grandes dificultades para desarrollar una vida social y esta situación de aislamiento repercute en su autoestima, su calidad de vida y en las posibilidades de desarrollar sus potencialidades. Hasta el 80 por ciento de las personas con enfermedad mental están desempleadas.
El romper con tópicos, como que son personas violentas o impredecibles, que son personas discapacitadas o que no pueden trabajar o llevar una vida normalizada, es el primer paso a dar.
"Desde Solidarios constatamos que, más allá de los progresos en la rehabilitación psicosocial en los últimos años, la integración social de las personas con enfermedad mental grave continúa siendo una promesa más que una realidad", denuncia esta ONG.
Además, la sociedad debe "hacer posible que las personas con enfermedad mental cuenten con los espacios y los apoyos necesarios para satisfacer sus inquietudes sociales y vitales". "Para ello, la participación de toda la ciudadanía es fundamental", concluyeron.
