MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
Neurocientíficos de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos) han comprobado que el estrés, la depresión y otros trastornos mentales pueden alterar y afectar al organismo, lo que es una evidencia más de la relación que existe entre la mente y el cuerpo.
Se trata de una investigación, publicada en el 'Journal Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), que puede ayudar a entender los motivos por los que la meditación, el yoga o el pilates pueden ayudar a modular la respuesta del cuerpo a estados de estrés físico, mental y emocional.
"Nuestros resultados han sido mucho más complejos e interesantes de lo que imaginábamos al principio", ha aseverado el autor principal y director científico de la Universidad de Brain Institute de Pittsburgh, Peter L. Strick.
Concretamente, los científicos han rastreado el circuito neuronal que une las áreas de la corteza cerebral con la médula suprarrenal, descubriendo el "gran número" de redes neuronales que existen. Además, al realizar un seguimiento del virus de la rabia, comprobaron que el control de la médula suprarrenal se origina en múltiples áreas corticales, lo que evidencia la influencia que las áreas motoras de la corteza cerebral y de otras áreas corticales tienen sobre la cognición y el afecto.
De hecho, cuando una persona está sometida a mucho estrés, su cuerpo suele responder a este estado con palpitaciones, sudoración y dilatación de las pupilas para prepararse para la acción, lo que se conoce como las respuesta de 'lucha o huida'. "Si alguien te insulta, el cuerpo no tiene porqué enfrentarse, sino que es más probable que ofrezca una repuesta más matizada e ingeniosa, opciones que son parte de lo que ofrece la corteza cerebral", han explicado los expertos.
EL CEREBRO SE ACTIVA ANTE LA SENSACIÓN DE CONFLICTO
Asimismo, los científicos desvelaron que las áreas motoras de la corteza cerebral, que participan en la planificación y ejecución del movimiento, proporcionan un aporte sustancial a la médula suprarrenal, lo que, a su juicio, puede explicar los motivos por los que los ejercicios corporales básicos son tan útiles para mejorar el estrés.
Del mismo modo, el estudio ha puesto de manifiesto que las áreas de la corteza cerebral se activan cuando hay una sensación de conflicto o se es consciente de que se ha cometido un error. Una observación que, tal y como han detallado los investigadores, plantea la posibilidad de que la actividad en estas áreas corticales, cuando se piensa en un evento traumático o se cree que se ha cometido un error, influye también en la médula suprarrenal.
Por tanto, estos resultados indican que existen circuitos para vincular el movimiento y cognición y que afectan a la función de la médula suprarrenal y al control de la tensión. Este circuito puede mediar los efectos de los estados internos como el estrés crónico y la depresión en la función del órgano y, por tanto, proporcionar un sustrato neural concreto por alguna enfermedad psicosomática.