MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio científico halla que 93 millones de personas viven en áreas remotas con serpientes venenosas y, si son mordidas, se enfrentan a una mayor probabilidad de morir que las que viven en zonas urbanas debido al escaso acceso a los medicamentos antiveneno. El trabajo, realizado por el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) en la Universidad de Washington, Estados Unidos, se publica en la revista médica internacional 'The Lancet'.
"La vulnerabilidad de una persona a las mordeduras de serpiente representa una conexión de contextos ecológicos y debilidades de salud pública --subraya el doctor David Pigott, uno de los autores del estudio y profesor asistente en IHME--. Entender dónde viven las serpientes venenosas y la proximidad de las personas a los tratamientos efectivos son los dos pasos más importantes para reducir las muertes. Nuestro análisis identifica las comunidades más necesitadas".
Según Pigott, las naciones cuyos pueblos son más vulnerables son: Benin, Congo (Brazzaville), Etiopía, Myanmar, Nigeria, Papúa Nueva Guinea y Sudán del Sur. Él y los otros investigadores identificaron las regiones y naciones donde es difícil acceder al tratamiento. Además, generaron mapas de rango de 278 especies de serpientes venenosas enumeradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los autores del estudio hicieron una referencia cruzada de estos datos usando criterios como el tiempo de transporte a las instalaciones de cuidados con medicamentos antiveneno y la calidad de la atención basada en el acceso a la atención médica y el índice de calidad, que examina 32 causas de las cuales la muerte no debería ocurrir en presencia de cuidados sanitarios efectivos.
LAS MORDEDURAS DE SERPIENTE, UNA ENFERMEDAD TROPICAL DESATENDIDA
En mayo, la OMS ordenó que se desarrollara un plan integral para ayudar a los países a implementar medidas para un mayor acceso al tratamiento de las personas mordidas por serpientes venenosas. Esto siguió a una declaración el año pasado de que el envenenamiento por mordeduras de serpiente es una enfermedad tropical desatendida.
Otra investigación concluye que aproximadamente 5 millones de personas son mordidas cada año por serpientes venenosas, y alrededor de 125.000 mueren. Como resultado, es una de las enfermedades tropicales desatendidas más onerosas.
"A pesar de los números, las mordeduras de serpientes recibieron una atención global relativamente limitada", dice el profesor Simon Hay, director de Ciencia Geoespacial en IHME. "Esperamos que este análisis pueda ampliar la discusión sobre las serpientes", añade este experto.
Investigadores de la Universidad de Ginebra, con sede en Ginebra, y los Hospitales Universitarios de Ginebra, Suiza, participaron en el estudio. "Gracias a este modelo, pudimos construir tres mapas que nos permitieron descubrir los tres puntos calientes en términos de estos tres criterios, centrándonos principalmente en las zonas donde los individuos son más vulnerables", dice Nicolas Ray, investigador del Instituto de Ciencias Ambientales y en el Instituto de Salud Global en la Universidad de Ginebra.