LOGROÑO 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
Más de 8.000 personas mueren al día por enfermedades como la malaria, el sida pediátrico, la tuberculosis, la enfermedad del sueño, el Chagas o el Kala Azar. Estas enfermedades, que podrían ser atendidas en países desarrollados, se agravan en zonas pobres en las que el hospital más cercano está a cien kilómetros.
Para explicar todo esto, la organización Médicos Sin Fronteras ha organizado una carpa instalada en la Plaza del Mercado y que estará hasta el domingo, en la que en sólo 15 minutos el visitante "podrá asumir el papel de uno de los enfermos que representan estas 6 enfermedades y ver los retos y dificultades a que se enfrentan cada día".
Así lo anunciaron la delegada de MSF en La Rioja, Alma Saavedra y la médico de terreno de MSF, Susana Balo.
En la exposición 'Enfermos Olvidados', se podrán conocer seis historias con nombre y apellidos de enfermos que han conseguido un tratamiento, pero "lamentablemente" millones de personas mueren al año por no poder acceder a unos tratamientos que en ocasiones cuestan el sueldo de un año de una familia.
En el caso de la malaria, Balo explicó que cada año "mueren entre uno y dos millones de personas, en un 90 por ciento niños menores de 5 años, siendo las mujeres embarazadas un colectivo bastante vulnerable".
Balo señaló algunos casos en los que una madre tiene que andar cien kilómetros con su hijo o hijos enfermos al hospital más cercano y llegar hasta allí para que se muera por el camino, no poder pagar su tratamiento o tener que elegir a qué hijo salvar de la enfermedad porque no tiene dinero para más tratamientos.
Estas enfermedades "no son negocio, ni sus pacientes un mercado rentable al no ser enfermedades que afecten al mundo desarrollado. Es un sistema de investigación regido por la obtención de beneficios económicos; sin embargo en algunos casos los medicamentos existen pero los enfermos no tienen acceso a ellos", dijeron.
"Los pacientes condenados a sufrir y morir de forma innecesaria no sólo está fuera de las agendas de la industria farmacéutica, sino también de los gobiernos que deberían asumir sus responsabilidades en las regulaciones comerciales que limitan que las pocas formulaciones accesibles lleguen a los pacientes que lo necesitan con urgencia", concluyeron.