MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Más del 75 por ciento de los pacientes con cáncer sufren dolor crónico e irruptivo, según han informado expertos en Oncología, quienes han avisado de que el dolor irruptivo pasa en muchas ocasiones a un segundo plano, a pesar de la trascendencia que representa para la calidad de vida y para la supervivencia del paciente.
Con el objetivo de actualizar los conocimientos de expertos en Oncología acerca de los progresos médicos alcanzados en esta área, la compañía Takeda ha celebrado la jornada 'TAKE-M-ONCO', un curso teórico-práctico que ha reunido a alrededor de un centenar de médicos de esta especialidad. En el encuentro, que cuenta con el aval de SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica), la experiencia clínica ha tenido un peso importante dentro del programa a través de la presentación de casos reales.
Además del abordaje del dolor en el paciente oncológico, durante la jornada se han revisado otras cuestiones de máxima actualidad e interés para el oncólogo, como la epigenética y farmacogenética del dolor y su impacto sobre la progresión del tumor y la supervivencia del paciente, así como el nuevo rol de la inmunoterapia en el tratamiento del cáncer.
"En ocasiones, este dolor pasa a ocupar un segundo plano, a pesar de su trascendencia para la calidad de vida y la supervivencia del paciente", ha comentado el médico oncólogo del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla y vocal de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Juan Antonio Virizuela.
Asimismo, la oncóloga médica del Hospital Virgen del Rocío (Sevilla), Ana Casas, ha señalado que el dolor irruptivo oncológico es que es "impredecible", dado que la persona que lo padece puede estar haciendo sus tareas más habituales, y en un momento dado, el dolor aparece.
En este sentido, la doctora ha hecho hincapié en que el tratamiento debe ajustarse a la naturaleza de este dolor. "Las nuevas terapias tienen un inicio de acción muy rápido y, al mismo tiempo, una duración muy corta. Además no se mantienen mucho tiempo en el organismo. Esto debe ser así ya que la media de duración del dolor irruptivo puede ser solo alrededor de media hora", ha apostillado.
A diferencia del dolor crónico oncológico, el dolor irruptivo aparece de manera repentina y no se puede predecir, motivo por el cual los expertos indican que es difícil de abordar. Se trata de una exacerbación transitoria de un dolor oncológico crónico que ya está siendo tratado. Se estima además que alrededor de tres cuartas partes de los casos de dolor irruptivo no están bien diagnosticados.
EL DOLOR EN LOS DISTINTOS TIPOS DE CÁNCER
"Un buen conocimiento de las características del dolor y de las posibilidades de prevención del mismo, ayudan a tratarlo bien. Existen algunos tumores con mayor prevalencia de dolor, como aquellos que se caracterizan por compresión o infiltración de las estructuras nerviosas", ha enfatizado Virizuela.
Estas declaraciones han sido corroboradas por Casas, quien ha añadido que aunque el dolor irruptivo se da en todos los tipos de cáncer, es más frecuente en tumores de cara y cuello, así como en cáncer de pulmón, cáncer de próstata, tumores digestivos o sarcomas.
"Hay personas que piensan que se pueden acostumbrar al tratamiento para el dolor. Sin embargo la realidad es que, cuando no se trata al paciente adecuadamente, se entra en una dinámica en la cual el dolor aumenta y es más difícil de combatir. Por ello, es importante tratar bien desde el principio tanto el dolor oncológico como el irruptivo. Además, el dolor en los pacientes con cáncer es multidimensional, y afecta a la persona en todas las esferas de su vida", ha enfatizado.