MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
Más de la mitad de las mujeres que acuden a consulta ginecológica para realizar su revisión tras el parto, no reconocen que tienen pérdidas de orina con frecuencia, sequedad vaginal que ocasiona dolor en sus relaciones sexuales o falta de placer o deseo sexual, porque asumen que es el precio que han tenido que pagar por el hecho de ser madres, según ha avisado la ginecóloga y obstetra del Instituto Pérez de la Romana, Regina Lorente.
Y es que, aunque cada día se toma más conciencia de la necesidad de tratar estos trastornos genitales, muchas mujeres que los padecen todavía se sienten "avergonzadas" al hablar de ellos o, incluso, consideran que no van a ser comprendidas, lo que les genera cuadros de inestabilidad emocional, depresión, pérdida de autoestima o rupturas de pareja.
La causa de ello, a juicio de la experta, es que durante mucho tiempo a las mujeres no se les ha explicado que, como casi todas las partes del cuerpo, sus genitales cambiarán a lo largo de su vida, ya pueda ser debido al embarazo y al parto, a la realización de actividades continuadas que produzcan sobreesfuerzo abdominal o a la edad y menopausia.
"A esto se le suma que, hasta ahora, los ginecólogos nos solíamos centrar en temas más relacionados con el control del embarazo y el parto sin atender, en muchos casos, a los cambios que sufre la zona genital de la mujer, a lo largo del tiempo, a pesar del gran impacto que esta parte del cuerpo tiene en su calidad de vida. Tampoco habíamos contado con unidades formadas por profesionales de la salud que supieran abordar estos problemas, por falta de formación en este campo y por no ser conscientes de la importancia de esta situación, por ello en vez de centrarnos en ellos, tratábamos de tranquilizarlas, diciéndoles que su estado mejoraría y esto era sólo cuestión de tiempo", ha explicado.
CONSEJOS PARA SOLUCIONAR ESTOS PROBLEMAS
Ahora bien, actualmente hay distintos avances médicos a disposición de las mujeres para solucionar estos problemas como, por ejemplo, las infiltraciones de ácido hialurónico para los casos como la sequedad vaginal, tratamientos médicos láser para las pérdidas de orina, fisioterapia y rehabilitación para el fortalecimiento del suelo pélvico e incluso cirugía mínimamente invasiva para los trastornos más serios.
Dicho esto, la ginecóloga ha destacado la importancia de mantener una sexualidad sana y usar a partir de los 30 años lubricantes; realizar ejercicios de rehabilitación precoz del suelo pélvico, usar cremas con estradiol para mejorar la calidad del tejido tanto de la vulva como de vagina, e incluso, infiltraciones con ácido hialurónico genital cuando se tenga sequedad vaginal.
"Hay que realizar ejercicios de suelo pélvico. Estos previenen la laxitud de los tejidos, el descenso de vejiga, útero o recto, o la hipermovilidad de la uretra, entre otros problemas, relacionados también con las pérdidas de orina. Muy importante es destacar que estos siempre deben estar pautados por un fisioterapeuta especialista, ya que al igual que son muy beneficiosos, en pacientes que tengan ciertas patologías, pueden empeorar su estado", ha detallado.
Asimismo, prosigue, es necesario acudir periódicamente al ginecólogo; prestar atención a cualquier síntoma o cambio que se observe en el cuerpo durante la menopausia, embarazo o postparto; y normalizar la idea de que hay que cuidar los órganos sexuales y atenderlos como se hace con cualquier parte del cuerpo.
"Hacer esto no sólo se pueden retrasar o evitar estos problemas, sino que se evitará sufrir el daño psicológico que estos suelen llevar aparejados, y dará más seguridad para afrontar los cambios que van a producirse en su cuerpo a lo largo de su vida", ha zanjado la especialista.