Más de 30.000 trabajadores morirán hasta 2030 por contacto con el amianto

Actualizado: jueves, 7 mayo 2009 18:24

CÁDIZ, 7 May. (EUROPA PRESS) -

Entre 30.000 y 40.000 trabajadores fallecerán hasta 2030 por cánceres ocasionados por la exposición al amianto, según el estudio 'Análisis retrospectivo de la exposición de trabajadores del sector de la construcción naval al amianto y su relación causa-efecto con patologías del aparato respiratorio', editado por las federaciones estatales de CCOO y UGT junto a los Servicios de Prevención de Mapfre.

La publicación recoge, de forma particular, los efectos que el amianto tiene entre los trabajadores de la construcción naval, un sector que trabajó ampliamente con esta sustancia durante los años 60, 70 y principios de los 80, apuntó.

Así, se reflejan entrevistas a trabajadores de astilleros afectados y personal médico de Navantia, así como amplias estadísticas sobre las repercusiones de la exposición del amianto y las patologías que derivan de su manipulación.

El amianto es una sustancia que, por sus características tecnológicas, se ha utilizado en múltiples aplicaciones en construcción, industria y productos de gran consumo. A principios de los 80 quedó contrastado el "peligro" que supone trabajar con este material, con lo que se comenzaron a adoptar numerosas disposiciones legislativas sobre prevención en el marco de la Unión Europea.

De este modo, en 1990 se prohibía el uso del amianto, aunque ya en esta fecha se prevé que "más de tres millones de trabajadores" en España habían estado expuestos a él en su actividad laboral.

Según dijo, CCOO trabaja para "respaldar" a los empleados que durante tres décadas trabajaron con amianto y cuyas consecuencias "han comenzado a ver hace unos años", porque sus efectos dan la cara a largo plazo.

El sindicato apuntó impulsa medidas para "compensarlos", que pasan por la intensificación de los programas de vigilancia de la salud, el registro de todas las empresas que en España han trabajado con amianto, apoyo psicológico y social a los afectados, un sistema de compensación o la puesta en marcha de centros especializados para el tratamiento de enfermedades derivadas en todas las comunidades autónomas.

Finalmente, los realizadores de la publicación quisieron denunciar que "pese a estar avanzada la legislación sobre esta materia en Europa, todavía son muchas las empresas que se dedican a trabajar con amianto en países subdesarrollados".