PAMPLONA 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
José Luis Lanciego, investigador del Cima Universidad de Navarra, ha publicado un libro sobre los trastornos cerebrales. Hasta la fecha, se han diagnosticado más de 200 enfermedades que afectan al cerebro y diversas funciones del organismo como el habla, el movimiento, la respiración o la activación cardiaca. Muchas de estas enfermedades son genéticas, otras están causadas por virus o toxinas y del resto se desconoce el origen.
El progresivo envejecimiento de la población ha supuesto el aumento de estas afecciones. "Conseguir combatir mejor estas enfermedades es el reto científico más importante que afronta la medicina del siglo XXI", explica el neurocientífico en su nuevo libro 'Los trastornos cerebrales: La lucha contra las enfermedades neurodegenerativas', publicado en National Geographic (RBA Editores), ha informado el Cima.
Según el experto, "los avances en investigación nos han colocado en una posición privilegiada, pues conocemos mejor que nunca los procesos biológicos, moleculares y genéticos que están relacionados con los trastornos cerebrales". "Esta información ha permitido diseñar tratamientos muy innovadores, como diferentes vacunas, terapias de reemplazo celular y reprogramación genética con vectores virales", indica Lanciego, que también es investigador del CIBER sobre enfermedades neurodegenerativas.
Para el investigador, "el estado actual de este campo de investigación y las perspectivas para las próximas décadas invitan a encarar con optimismo un futuro en el que el cerebro humano no solo continuará siendo, como a menudo suele citarse, el objeto más complejo del universo, sino que tal vez la ciencia lo convierta también en el más blindado contra la enfermedad".
En este sentido, el doctor Lanciego destaca que actualmente hay en el mundo unos 600 millones de personas mayores de 60 años, una cifra que en los próximos 50 años ascenderá hasta 2.000 millones, el 21% de la población mundial.
Según el investigador del Cima, "estas previsiones permiten anticipar que a lo largo de este siglo también crecerá considerablemente la prevalencia del parkinson y el alzheimer, las dos enfermedades neurodegenerativas con mayor incidencia en la sociedad moderna". "Por lo tanto, urge intensificar la investigación en estas enfermedades para profundizar en el conocimiento de sus mecanismos y poder desarrollar nuevas estrategias terapéuticas", reivindica.
Asimismo, el especialista detalla que más allá del alzhéimer y el párkinson existen cientos de enfermedades neurodegenerativas no tan frecuentes. La demencia con cuerpos de Lewy, la atrofia multisistémica o la enfermedad de Huntington son tres ejemplos de estos numerosos trastornos.
En otros casos se trata de enfermedades desmielinizantes, afecciones en las que se daña el recubrimiento protector (vaina de mielina) que rodea las fibras nerviosas y que provoca la disminución o anulación de los impulsos nerviosos. Así sucede en la esclerosis múltiple, donde una reacción autoinmune contra la vaina de mielina provoca daños en las fibras nerviosas y en las neuronas. Un caso singular es la esclerosis lateral amiotrófica, caracterizada por la muerte de las neuronas que controlan el movimiento voluntario de los músculos.
A juicio del doctor del Cima, "estos pocos ejemplos muestran un conjunto de enfermedades cuyo vínculo común, además de su baja frecuencia en la población, es una degeneración neuronal que desemboca en una variedad de síntomas nerviosos".
"El avance en el conocimiento de los trastornos neurodegenerativos y el progreso de la tecnología biomédica están aportando nuevas estrategias para mejorar los tratamientos disponibles. Los logros recientes y los que se prevén a corto y medio plazo permiten vislumbrar un panorama mucho más esperanzador que el existente pocos años atrás", concluye el investigador.