En marcha un proyecto europeo para tratar la escoliosis sin recurrir al corsé ortopédico

Actualizado: lunes, 22 octubre 2012 12:33

VALENCIA 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV), a través de su Instituto Universitario de Investigación en Enfermedades Músculo-Esqueléticas (IUEME), participa en un proyecto europeo de investigación para desarrollar una tecnología innovadora y "escasamente invasiva" capaz de evitar la progresión de la escoliosis idiomática.

Según ha informado el Arzobispado en un comunicado, la escoliosis idiopática adolescente es una deformidad progresiva de la columna vertebral de origen desconocido que afecta a cerca del tres por ciento de los niños del mundo de entre 10 y 16 años, principalmente niñas.

En la Comunitat Valenciana llegan a la intervención quirúrgica, "hasta ahora muy agresiva," en torno a 200 pacientes por año. "Esa cifra se multiplica por 10 cuando se analiza el número de adolescentes con escoliosis idiopática, o de origen desconocido, que se tratan habitualmente con corsés en nuestra Comunidad".

Para tratar esta enfermedad el recurso habitual es el uso de corsés ortopédicos que se llevan durante la fase final de crecimiento del paciente, entre los 10 y los 15 años. Este procedimiento suele ser efectivo en la mayor parte de los casos porque detiene la progresión de la curvatura.

No obstante, el tratamiento "suele tener un impacto fuertemente negativo en los adolescentes, dado que llega a producir problemas psicológicos, desórdenes de comportamiento alimentario y otros problemas sociales y emocionales que reducen su calidad de vida". El corsé se utiliza durante unos cuatro años para evitar la drástica solución quirúrgica que supone la colocación de una barra fijada a las vértebras con tornillos.

El proyecto europeo 'StimulAIS' tratará ahora de desarrollar un nuevo sistema innovador en los tratamientos actuales, conservadores u ortopédicos de la escoliosis idiopática del adolescente, evitando así la cirugía abierta invasiva, según las mismas fuentes.

CONSORCIO EUROPEO

El consorcio que desarrollará el proyecto investigador se encuentra formado por seis socios europeos, entre empresas y centros tecnológicos, entre los cuáles se encuentra la Universidad Católica de Valencia, como uno de los socios tecnológicos del mismo.

Según el director del Instituto Universitario de Investigación en Enfermedades Músculo-Esqueléticas, Carlos Barrios, "tendrá una duración de dos años y representa un presupuesto mayor de un millón de euros". Barrios será el investigador clínico que dirigirá al equipo de especialistas de este instituto por parte de la Universidad Católica de Valencia.