MADRID 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores ha descubierto una serie de microambientes inmunitarios diferentes en la placenta humana y cómo responden a la infección por SARS-CoV-2, el virus causante del COVID. Los hallazgos, publicados en la revista 'Med', son cruciales para el desarrollo de estrategias preventivas y terapéuticas eficaces tanto para la madre como para el bebé.
Hasta ahora, las pruebas científicas no han sido concluyentes en cuanto a la capacidad del SARS-CoV-2, el virus causante del COVID, para replicarse en la placenta humana. Responder a esta pregunta, así como comprender la respuesta de la placenta a otras infecciones víricas durante el embarazo, es crucial para el desarrollo de estrategias preventivas y terapéuticas eficaces tanto para la madre como para el bebé.
En el Baylor College of Medicine y el Texas Children's Hospital, en Estados Unidos, los investigadores han adoptado un enfoque novedoso para arrojar luz sobre las interacciones entre los virus y la placenta humana. Desarrollaron un mapa de alta resolución que visualiza una serie de microambientes inmunitarios diferentes en placentas sanas de embarazos no infectados y de embarazos afectados por infecciones por COVID.
Utilizando este mapa, descubrieron que en muchas infecciones maternas confirmadas por COVID se detectaba el virus en la placenta a varios niveles. En otros casos confirmados, no se encontraron pruebas de replicación viral en la placenta.
También descubrieron una variedad de respuestas inmunitarias simultáneas en nichos de la placenta, incluidos nichos antiinflamatorios en los que la replicación del virus estaba evidentemente bien controlada, así como ubicaciones proinflamatorias con persistencia viral concomitante, incluidos varios casos con daño tisular significativo en la placenta.
"Hasta ahora no se había apreciado bien que la placenta humana comprende una variedad relativamente más diversa de tipos celulares, incluidas las células inmunitarias", afirma el primer autor, el doctor Enrico Barrozo, asociado posdoctoral de obstetricia y ginecología en el laboratorio de la doctora Kjersti M. Aagaard.
"El objetivo principal de nuestro estudio era investigar cómo se organizan estas células inmunitarias en micronichos de la placenta, un primer paso importante para comprender las interacciones que se producen entre un virus y las células de la placenta", añade.
Su planteamiento de utilizar tecnologías pioneras como la "transcriptómica espacial" les permite a ellos y a otros investigadores del embarazo empezar a entender cómo a veces (pero no siempre) las células inmunitarias de la placenta consiguen controlar el crecimiento viral, y en otras raras ocasiones el virus se lleva la palma.
Empezaron creando un catálogo detallado de los tipos celulares de la placenta (llamado mapa transcriptómico espacial), que muestra sus localizaciones de expresión génica activa en los nichos de la microarquitectura placentaria.
El equipo de investigadores dirigido por Aagaard generó un mapa placentario de alta resolución utilizando transcriptómica unicelular, uninuclear y espacial en análisis coordinados que revelaron microambientes inmunitarios dinámicos en placentas sanas.
Con el mapa en la mano, el equipo analizó placentas de madres COVID-positivas y encontró pruebas que apoyaban tres posibles resultados de la infección. En primer lugar, identificaron casos en los que no se encontró el virus COVID en la placenta, lo que sugiere que el virus se eliminó antes de infiltrarse en ella.
En segundo lugar, en otros casos había niveles escasos del virus en la placenta y se asociaban a una escasa proliferación viral, una respuesta antiinflamatoria y unos resultados proinflamatorios limitados. En tercer lugar, en casos excepcionales, el virus proliferó ampliamente en nichos que también presentaban rasgos distintivos de una marcada respuesta inmunitaria proinflamatoria y daño tisular.
"Basándonos en este apasionante trabajo encabezado por Barrozo, proponemos que, en la mayoría de los casos, es probable que la placenta responda al COVID y a otros virus limitando la replicación en estos pequeños nichos de microambientes inmunitarios, afirma Aagaard, titular de la Cátedra Henry y Emma Meyer de Obstetricia y Ginecología, y profesor de genética molecular y humana, biología molecular y celular y fisiología molecular y biofísica en Baylor.
Según añade, "al limitar las respuestas inmunitarias a un nivel tan microlocal, estos microambientes placentarios pueden secuestrar la señalización inflamatoria y limitar los daños colaterales a las células placentarias adyacentes y no infectadas".
"Afortunadamente, sabemos que el resultado más común de cualquier infección vírica durante el embarazo, incluida la COVID, es una madre sana y un bebé no infectado --prosigue--. Parecería que, la mayor parte del tiempo, ese equilibrio microarquitectónico placentario entre proinflamación y antiinflamación es parejo. Sin embargo, trabajos anteriores de nuestro equipo han demostrado que pueden producirse casos graves y la muerte con COVID y otras infecciones maternas, y no deben subestimarse ni trivializarse".
"Queremos comprender el papel de estos nichos microarquitectónicos a la hora de dotar a la placenta de los medios necesarios para proteger el embarazo y equipar al bebé con un sistema inmunitario activo y capaz de sobrevivir en el mundo COVID en el que está a punto de nacer", explica Barrozo.