Mantener sano el intestino, el 'segundo cerebro'

Intestinos, tinta roja en agua
Foto: LEONARDO AGULAR/FLICKR
Actualizado: viernes, 19 diciembre 2014 14:27

MADRID, 19 Dic. (INFOSALUS) -

   Es en el sistema digestivo, en concreto en los intestinos, donde existe una mayor acumulación de neuronas después de las existentes en el cerebro. Además, en su interior habita toda una microflora intestinal que supone entre 3 y 10 veces más individuos que células tiene el organismo humano.

   Según explica a Infosalus el doctor José Luis Berdonces, médico de familia y autor de 'La dieta que activa tu vida' (RBA, 2014), "lo que comemos es lo que somos, o mejor dicho lo que seremos en poco tiempo. No dar importancia a la alimentación sana y biológicamente 'viva' nos conduce a las llamadas 'enfermedades de la sociedad moderna'".

   Es precisamente en la sociedad actual, señala Berdonces, donde estas enfermedades modernas podrían evitarse ya que "tenemos elementos para ser consumidores conscientes". Para el autor, es fácil consumir alimentos mucho más naturales aunque esto suponga resistirse con dificultad a las tentaciones de los alimentos manipulados.

   Todos nuestros órganos necesitan una nutrición, y en primera instancia, la nutrición la proporciona el sistema digestivo, que contiene entre 3 y 10 veces más microbios que células tiene nuestro organismo, lo que supone que existen muchos más huéspedes que propietarios.

   "Estos microbios son los que mayoritariamente digieren los alimentos, entre otras cosas porque producen una gran cantidad de enzimas. La salud de nuestros huéspedes es nuestra salud y deberíamos alimentarlos correctamente", aclara Berdonces.

   Estreñimiento, acidez, flatulencias, heces y ventosidades malolientes con frecuencia son el primer síntoma de que algo no funciona bien en nuestro sistema digestivo, señala el médico.

   "Son síntomas a los que, por su frecuencia, no solemos dar importancia. Muchas veces nos indican que la flora intestinal no es correcta, que predominan unos microbios sobre otros. Estas alteraciones digestivas afectan a nuestro estado emocional y a nuestra salud y pueden aumentar la incidencia de enfermedades como colesterol, hipertensión, diabetes, infarto de miocardio, cáncer o migrañas", afirma Berdonces.

MENOS NUTRIENTES, MÁS SUPLEMENTOS ARTIFICIALES

   Según señala el autor, el principal problema de los españoles en cuanto a su salud intestinal es que hemos adoptado patrones de consumo de las sociedades más desarrolladas, que presentan un exceso de proteínas, de grasas y de carbohidratos refinados.

   "Además se hace un abuso de alimentos 'muertos' que o bien no tienen vida (son alimentos cocinados o recalentados), o bien se les ha 'asesinado' la vida mediante el uso de conservantes, como los antibióticos que tomamos para fines medicinales", aclara Berdonces.

   Según apunta el médico, eliminamos nutrientes de los alimentos que luego nos faltan y debemos más tarde suplementarlos con fibra, lactobacilos o probióticos, enzimas, vitaminas o grasas omega, entre un largo etcétera.

   "La dieta correcta se parece bastante a la dieta que consumían nuestros abuelos, cuando no había ni patatas fritas de bolsa ni 'snacks'. La alimentación moderna sólo ha afectado al último minuto de la historia de la humanidad", apunta Berdonces.

   Para el autor, si nos hemos desarrollado como especie inteligente también es porque la dieta que hemos consumido a través de miles de años era adecuada. "Hoy en día podemos mejorarla, porque los alimentos son mucho más accesibles, tanto los buenos como los menos buenos para nuestra salud", aclara.

DECALOGO DE LA SALUD INTESTINAL

   Infosalus ha pedido al doctor Berdonces que elabore su decálogo de la salud intestinal:  

   1. Consumir alimentos crudos en abundancia: frutas, verduras, frutos secos, aceites de primera presión en frío. Cuanto menos manipulado esté un alimento más propiedades beneficiosas mantendrá para el organismo. Además, consumir los productos de temporada y de producción cercana también resulta más económico y sostenible. "La piel de frutas y verduras, donde se encuentran valiosos nutrientes, cuando se lava bien con agua puede consumirse", aclara Berdonces.

   2. Los alimentos han de estar en la forma más cercana a su estado original: esto es posible en un país productor como España donde la materia prima es accesible y de calidad. Los productos que proceden del exterior pasan por una manipulación inevitable ligada al tiempo de tránsito en el que pierden calidad biológica y nutricional.

   3. Evita los conservantes y colorantes alimentarios: los conservantes no sólo conservan los alimentos sino que también 'matan' la microflora intestinal. Cuanto más tiempo pueda permanecer un alimento sin corromperse más cantidad de aditivos necesitará.

   4. Elimina las grasas hidrogenadas y margarinas: como en el punto anterior, es esencial leer las etiquetas para saber qué estamos consumiendo. La hidrogenación de las grasas que permite que se vuelvan sólidas da lugar a las perjudiciales grasas trans.

   5. Consume sólo aceites vírgenes, especialmente aceite de oliva: siempre que sea posible sustituye grasas como mantequillas y margarinas por el aceite de oliva, tradicional en la dieta mediterránea y de probados efectos beneficiosos sobre la salud global.

   6. Los frutos secos, sin tostar, son un complemento excelente: España es un país productor de frutos secos y las semillas más frescas son las que se encuentran dentro de nuestras fronteras. "Los frutos secos nacionales mantienen su calidad en cuanto a microbios beneficiosos, grasas y fibra", señala Berdonces.

   7. Revitaliza el agua de bebida: ya sea del grifo o mineral, pasar el agua a una jarra de vidrio o de cerámica supone devolverla a un medio más afín y que puede ayudar a mejorar su calidad vital al desprenderse de elementos como el cloro.

   8. Escoge alimentos (vegetales) de colores intensos: pigmentos como el verde, el morado o el amarillo se han asociado con propiedades medicinales de los vegetales para combatir la anemia, los problemas de circulación o aportar antioxidantes al organismo respectivamente.

   9. Pan, agua, aceite, lácteos son alimentos básicos que exigen máxima calidad biológica: en estos casos, cuanto menos manipulación exista más preservados estarán sus beneficios para nuestra salud.

   10. Evitar los problemas y disgustos a la hora de comer ya que luego se han de digerir y estorban la digestión: en el sistema digestivo existen una gran cantidad de fibras nerviosas que influyen sobre nuestro estado de ánimo. Fatiga, cansancio o depresión podrían verse en gran medida mejorados tras 'revitalizar' la dieta mediante el consumo de más productos frescos.