MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una investigación revela que las conspiraciones con muchos cómplices se revelan antes, por lo que para mantener una trama es mejor que el número de implicados sea pequeño. Así, cuestiones que hay personas que creen que son un engaño, como la llegada del hombre a la Luna, el cambio climático, las vacunas y la falta de una cura contra el cáncer, se habrían descubierto hace años.
En concreto, la ecuación diseñada por el doctor David Robert Grimes, de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, calcula que un posible engaño sobre los alunizajes habría sido revelado en 3 años y 8 meses; un fraude sobre el cambio climático, en 3 años y 9 meses; una conspiración sobre vacunas, en 3 años 2 meses, y la ocultación de la cura del cáncer, en 3 años y 3 meses.
Aunque todas las personas pueden guardar un secreto, este trabajo sugiere que grandes grupos de personas que comparten una conspiración muy rápidamente la revelarán. Su análisis, que se detalla en un artículo publicado en la edición digital de 'Plos One', apunta que las conspiraciones funcionan mejor con menos cómplices.
El doctor Grimes, físico que trabaja en la investigación del cáncer, que también es escritor sobre temas científicos y locutor, recibe muchas comunicaciones de personas que creen en conspiraciones relacionadas con la ciencia y esos mensajes le llevaron a analizar si los complots a gran escala eran realmente sostenibles.
"Una serie de teorías de la conspiración giran en torno a la ciencia. Aunque creer que los alunizajes fueron falsos pueden no ser perjudicial, la creencia errónea sobre las vacunas puede ser fatal. Sin embargo, no todas las creencias de una conspiración son necesariamente malas; por ejemplo, las revelaciones de Snowden confirmaron algunas teorías acerca de las actividades de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos", explica.
Y añade: "Es común desestimar teorías de la conspiración y sus partidarios pero yo quería tomar el camino contrario: ver cómo podrían ser posibles estas conspiraciones. Para hacer eso, me centré en el requisito fundamental para que una conspiración sea viable: el secreto".
Grimes creó inicialmente una ecuación para expresar la probabilidad de que una conspiración sea deliberadamente descubierta por un denunciante o inadvertidamente revelada por un bocazas. Tuvo en cuenta el número de conspiradores, la cantidad de tiempo e incluso los efectos de la muerte de los conspiradores, ya sea de vejez o por medios más infames, para aquellas conspiraciones que no requieren un mantenimiento activo.
Sin embargo, la ecuación requiere una estimación realista de las posibilidades de cualquier individuo de revelar la trama. Se emplearon tres conspiraciones genuinos para probarla, incluyendo el proyecto 'NSA Prism' revelado por Edward Snowden. En cada caso, el número de conspiradores y el tiempo antes de que se revelara la conspiración fueron sobreestimados para garantizar que las probabilidades de que se produjera una revelación, en el mejor de los casos para los conspiradores de alrededor de un cuatro de un millón de posibilidades, deliberada o exposición accidental.
MENOS DE 125 COLABORADORES PARA UNA TRAMA DE UN SIGLO
Grimes analizó luego cuatro presuntos complots, estimando el número máximo de personas necesarias para estar en la conspiración, con el fin de ver cómo de viables podrían ser. En términos simples, su modelo estipuló que una de las cuatros conspiraciones ya se habría revelado.
Éstas fueron: la teoría de que los alunizajes de Estados Unidos fueron un engaño (411.000 personas); que el cambio climático es un fraude (405.000 personas); que las vacunas no seguras están siendo tapadas (22.000 personas que creen que sólo la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos son conspiradores y que otras personas involucradas en la promoción, producción, distribución y utilización de las vacunas son engañados. 736.000 personas que es probable que las compañías farmacéuticas estén implicadas); que la cura para el cáncer está siendo suprimida por las empresas farmacéuticas líderes en el mundo (714.000 personas).
Luego, se centró en el número máximo de personas que pueden participar en una intriga con el fin de mantenerla, con un máximo de 2.521 personas para un complot durante los últimos cinco años. Para mantener una trama sin detectar durante más de una década, deben estar implicadas menos de 1.000 personas, mientras un engaño de un siglo debe incluir menos de 125 colaboradores.
Incluso, un simple encubrimiento de un solo evento, que no requiere de maquinaciones más complejas que el hecho de que todo el mundo mantenga la boca cerrada, es probable que sea descubierto si hay más de 650 personas cómplices.