MADRID, 24 May. (EDIZIONES) -
Muchos de los problemas visuales tienen un importante componente genético pero las malas costumbres y hábitos dañan la vista e incluso pueden provocar un envejecimiento prematuro de los ojos.
"Para cuidar la salud de nuestros ojos es importante seguir hábitos de vida saludables como llevar una alimentación equilibrada, no fumar, beber con moderación y hacer ejercicio con regularidad. Estas rutinas ayudan a prevenir patologías que pueden provocar enfermedades oculares", ha asegurado la experta de la Unidad de Retina de Clínica Baviera, la doctora Maribel López Gálvez.
Además, es importante no descuidar las revisiones periódicas, ya que permiten detectar y tratar lo antes posible cualquier alteración visual", ha aconsejado la especialista.
- El tabaco puede afectar a la visión aunque la mayoría de la población lo ignore. Y es que, diversos estudios lo han relacionado con numerosas afecciones oculares como las cataratas, el glaucoma o la retinopatía diabética. También están relacionados la uveítis, problemas del nervio óptico, la sequedad ocular o degenración macular asociada a la edad.
"El tabaco afecta al ojo tanto externamente, debido a la acción directa que ejercen las sustancias tóxicas del humo en los ojos, como internamente ya que el pulmón libera elementos químicos que llegan al globo ocular a través de la sangre. De hecho, es uno de los factores ambientales que más se ha relacionado con el desarrollo de la Degeneración Macular Asociada a la Edad, la causa más frecuente de ceguera legal por encima de los 50 años en nuestro país", ha afirmado la doctora.
- El alcohol en un consumo excesivo puede causar daños importantes en la visión ya que investigaciones recientes señalan que la retina es capaz de matabolizar el alcohol. Muchos estudios revelan que el alcohol puede afectar al epitelio pigmentario de la retina y a los fotorreceptore y por tanto, a la capacidad visual.
Además, junto con el consumo excesivo de tabaco, el abuso de alcohol es responsable de la afección del nervio óptico y de la aparición de un cuadro conocido como neuropatía alcohólico tabáquica que puede llevar a la ceguera si no se elimina a tiempo el uso de sustancias tóxicas.
- La mala alimentación, comer de manera desequilibrada, ingerir muchos alimentos grasos, un exceso de dulces o cocinar con mucha sal puede provocar serios problemas de salud como son la hipercolesterolemia, la hipertensión o la diabetes.
Es cierto que en ocasiones estos trastornos tienen un origen genético, pero una alimentación correcta ayuda a controlarlos e incluso a evitar que estos aparezcan. Estos problemas de salud tienen una gran incidencia en la salud de nuestros ojos, sobre todo pueden afectar a la retina.
El colesterol obstruye las arterias, puede causar enfermedades cardiovasculares y de igual forma puede acumularse en los vasos sanguíneos de los ojos, provocando una disminución de la oxigenación de los tejidos oculares. La presencia de unos niveles altos de colesterol es responsable de la aparición de alteraciones oculares, tanto a nivel del segmento anterior, como a nivel del segmento posterior donde contribuye al desarrollo de problemas vasculares oclusivos. En estos casos se produciría una pérdida severa de la visión que muchas veces es irreversible.
La hipertensión es además de otro factor de riesgo sanguíneo, uno de los factores de riesgo que más se ha relacionado con la aparición de trombosis venosas retinanas. La segunda patología vascular más frecuente de la retina y la responsable de muchos de los cuadros de pérdida brusca e indolora de la agudeza visual.
La diabetes es otro de los factores que más perjudican a la retina ya que el exceso de azúcar en sangre multiplica por 10 el riesgo de ceguera, por lo que es muy importante que las personas que sufren esta enfermedad mantengan un buen control glucémico y se hagan revisiones periódicas del fondo del ojo. La retinopatía diabética y el edema macular continúan siendo la principal causa de ceguera y discapacidad visual severa en la población en edad laboral activa en el mundo occidental.