La malnutrición y las complicaciones de la insuficiencia pancreática exocrina se evitarían con el tratamiento temprano

Actualizado: martes, 2 abril 2013 13:31

MADRID 2 Abr. (EUROPA PRESS) -

La malnutrición y las complicaciones propias de la insuficiencia pancreática exocrina se pueden evitar "con el diagnóstico y el tratamiento temprano", según señala el expresidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD), el doctor Enrique Domínguez.

A juicio del también jefe de Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, esta afección es la incapacidad del páncreas exocrino para realizar una función digestiva normal que, "por definición, se asocia a la maldigestión". Las causas de ella "pueden ser propias del páncreas, que se conocen como causas primarias, o extrapancreáticas, que serían causas secundarias", indica.

Entre las personas que son candidatas a sufrir de insuficiencia pancreática exocrina, el galeno señala a "las personas que padecen una pancreatitis crónica o fibrosis quística", ya que estas enfermedades son las principales causas primarias "junto al cáncer de páncreas, la pancreatitis necrotizante y la diabetes".

Por su parte, de las secundarias destaca a "la cirugía resectiva pancreática, los estados postgastrectomía, la enfermedad celíaca y el síndrome de Zollinger-Ellison". De cualquier forma, existen síntomas que alertan de la enfermedad, como "el dolor abdominal, la desnutrición, la diarrea crónica y la esteatorrea o presencia de grasa en las heces", explica.

EXISTEN TRES MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO DE LA ENFERMEDAD

Para Domínguez, la malnutrición es también una consecuencia clínica, la cual puede ser detectada mediante estudios analíticos habituales y "condiciona la aparición de complicaciones e, incluso, la mortalidad en estos pacientes". Ante ello, el clínico se vale de métodos de diagnóstico como el test de Van Kamer, el test de aliento de triglicéridos marcados con C13 o el test de Elastasa.

El momento en el que la insuficiencia pancreática exocrina se hace evidente es "cuando se pierde más del 90 por ciento de la reserva funcional pancreática", manifiesta. Tras ello, se produce una maldigestión que se asocia a importantes deficiencias de micronutrientes, vitaminas liposolubles, magnesio, zinc, calcio y selenio, lo que deriva en "frecuente presencia de osteoporosis y una mayor tendencia a padecer eventos cardiovasculares", sostiene.

Para permitir que los pacientes mantengan una digestión normal de los nutrientes, los clínicos cuentan entre su arsenal terapéutico con el tratamiento de reemplazo enzimático, cuya eficacia "ha sido demostrada en múltiples ensayos clínicos controlados y randomizados", señala. Éste asegura un estado nutricional adecuado "y previene las complicaciones asociadas a la maldigestión", afirma.

Así se recoge en el 'Programa PANCREATIC', que acaba de ser desarrollado e implementado "con éxito" por parte de la SEPD, la Asociación Española de Gastroenterología (AEG) y el Club Español de Páncreas. Esta iniciativa, que ha contado con el patrocinio de Abbott, ha permitido la formación de más de 600 especialistas de toda España.