MADRID 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un estudio internacional ha revelado una estrecha relación entre la salud bucodental y la supervivencia de las personas diagnosticadas de cáncer de cabeza y cuello. En concreto, una mejor salud bucodental, evidenciada por el número de dientes naturales y las visitas al dentista antes del momento del diagnóstico, se asoció a una mayor supervivencia.
Además, lo que es más importante, las personas que acudían con más frecuencia al dentista tenían más probabilidades de que se les diagnosticara el cáncer en una fase más temprana y menos mortal de la enfermedad que las que acudían poco o nada al dentista, según publican en el 'Journal of the National Cancer Institute'.
El estudio ha sido realizado por investigadores del UNC Lineberger Comprehensive Cancer Center y de la Facultad de Odontología Adams de la Universidad de Carolina del Norte y del Moffitt Cancer Center, ambos en Estados Unidos, en colaboración con el consorcio International Head and Neck Cancer Epidemiology (INHANCE).
"Los datos de los pacientes del consorcio INHANCE nos permitieron ser lo más exhaustivos posible e identificar asociaciones sólidas entre la salud oral y la supervivencia --explica el autor principal Jason Tasoulas, un candidato actual al doctorado--. Reunimos un equipo diverso y experimentado para examinar los registros de aproximadamente 2.500 pacientes de ocho países para llevar a cabo nuestros análisis estadísticos de vanguardia".
A los pacientes con cáncer de cabeza y cuello se les pidió que informaran por sí mismos sobre aspectos de su salud e higiene bucal, incluyendo el sangrado de encías, la frecuencia de cepillado de dientes y el uso de enjuague bucal, así como el número de dientes naturales y la frecuencia de visitas al dentista que tuvieron durante un período de 10 años antes de su diagnóstico de cáncer.
Las personas que acudieron con frecuencia al dentista (más de cinco visitas en una década) tuvieron una mayor supervivencia global a los cinco y 10 años (74% y 60%, respectivamente) en comparación con las que no acudieron (54% a los cinco años y 32% a los 10 años).
Este hallazgo fue más pronunciado entre las personas con cáncer de orofaringe, que consiste en las estructuras de la parte posterior de la garganta, incluida la base de la lengua, las amígdalas y el paladar blando. No tener dientes naturales restantes se asoció a una supervivencia global a cinco años un 15% inferior en comparación con quienes tenían más de 20 dientes naturales.
Se hallaron diferencias de supervivencia inferiores al 5%, que no fueron significativas, en relación con el sangrado de encías, el cepillado de dientes y el uso de enjuagues bucales notificados por los pacientes.
Si bien la supervivencia ha mejorado durante las últimas décadas debido a los avances en el tratamiento, el carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello (HNSCC) es la sexta neoplasia maligna más común en todo el mundo. El principal factor de riesgo ambiental de la enfermedad es el consumo de tabaco, pero el consumo de alcohol y dar positivo en las pruebas del virus del papiloma humano también aumentan el riesgo de padecer la enfermedad.
"Esta investigación capitaliza los esfuerzos previos de recopilación de datos realizados por nuestro equipo en Carolina del Norte a través del estudio de Epidemiología del Cáncer de Cabeza y Cuello de Carolina (CHANCE) para investigar el papel de la salud bucodental en pacientes con carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello. Se basa en un estudio a mayor escala, que tiene en cuenta la variabilidad geográfica y capta más variables de salud bucodental", subraya Kimon Divaris, autor del estudio y Profesor de la Facultad de Odontología Adams de la UNC y de la Facultad de Salud Pública Global Gillings de la UNC.
"Inspirados por el trabajo previo del doctor Divaris, buscamos oportunidades para colaborar con una red más amplia de epidemiólogos, cirujanos, médicos, dentistas y científicos de todo el mundo para abordar un problema importante, pero a menudo pasado por alto, para los pacientes con carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello", añade el autor correspondiente Antonio L. Amelio, vicepresidente de investigación del Departamento de Oncología de Cabeza y Cuello y miembro adjunto del Departamento de Biología Tumoral de Moffitt Cancer Center, y catedrático adjunto del Departamento de Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello de la UNC.
"Nuestra esperanza es que estos hallazgos se conviertan en una parte estándar de las directrices implementadas para la prevención y el tratamiento de los carcinomas de células escamosas de cabeza y cuello en un futuro próximo", prosigue.
Por su parte, la doctora Carole Fakhry, catedrática de Otorrinolaringología Charles W. Cummings de la Facultad de Medicina Johns Hopkins, que no participó en la investigación, considera significativos estos resultados.
"Se trata de un estudio importante que pone de relieve la interacción entre la salud bucodental y el carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello y la supervivencia global --comenta--. Aunque buscamos biomarcadores para predecir a qué paciente le irá bien, este estudio señala características de los antecedentes y la exploración que están asociadas a la supervivencia. Además, esto puede llevarnos por el camino de la prevención de estos cánceres".