MADRID 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El mal uso de la sillita infantil multiplica por cuatro el riesgo de muerte de menores en caso de accidente de tráfico, según concluye el informe 'Buenos y malos usos de las sillitas infantiles' presentado este miércoles por Línea Directa.
Además, el estudio alerta de que la mala utilización no sólo aumenta el riesgo de que el menor fallezca, sino que en cuatro de cada cinco casos en los que sobrevive, puede sufrir lesiones y secuelas muy graves. Los errores más comunes son dejar holgado el arnés de la sillita, anclarla mal con el cinturón de seguridad, fijar inadecuadamente el sistema ISOFIX o dejar el airbag activado cuando la silla va en el asiento delantero.
Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), alrededor de 40 niños que van como ocupantes del coche fallecen y unos 2.950 resultan heridos cada año en España. De ellos, el 40 por ciento no hacía uso de ningún sistema de retención infantil, pese a que circular con menores sin utilizar la correspondiente sillita supone la pérdida de tres puntos en el carné y multas de hasta 260 euros.
Debido a estos datos, la DGT estableció como una de las principales prioridades de su Plan Estratégico de Seguridad Vial 2011-2020 evitar que los accidentes de circulación dejen de ser la primera causa de muerte en los niños mayores de cuatro años.
Por ello, Línea Directa ha realizado este informe en colaboración con el Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (INSIA) de la Universidad Politécnica de Madrid en el que se establecen vínculos entre el mal uso de la sillita y el hecho de que los menores puedan sufrir lesiones tan graves como para causarles la muerte.
RECOMENDACIONES
En líneas generales, el estudio de la aseguradora recomienda situar la sillita en la plaza trasera central; anclarla correctamente; desactivar el airbag cuando se coloca en el asiento del copiloto; no dejar holgado el arnés de seguridad; ajustar los agarres al niño y utilizar este modo de sujección hasta que el niño supere los 135 centimetros de estatura.
Además, propone consejos para las diferentes etapas de crecimiento del niño en las que incluye cómo deben colocarse las sillas para evitar accidentes.
Así, los niños de hasta trece kilos deben situarse siempre en el sentido contrario a la marcha, en el asiento del copiloto (con el airbag desconectado) y, en su defecto, en los asientos traseros. En la sillita, el bebé debe ir sujeto por un arnés de seguridad de 3 ó 5 puntos de anclaje.
Los menores de entre nueve y 18 kilos deben situarse en el sentido de la marcha y, si es posible, en los asientos traseros centrales y con el sistema de sujección ISOFIX o Universal.
Por último, para los menores de entre quince y 36 kilos el estudio recomienda un alzador tipo "booster" que eleva al niño sobre el asiento para que pueda utilizar el cinturón de seguridad del adulto, que debe pasarse por las guías rojas situadas debajo de los apoyabrazos destacando que, la mejor protección se obtiene cuando el menor viaja con el cojín elevador en la plaza delantera del acompañante y el cinturón tiene pretensor, aunque el airbag esté activado.
El estudio también recuerda que se debe tener siempre en cuenta que el cambio de una sillita a otra depende del peso del menor, no de su de edad.