SEVILLA 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
Andalucía es la segunda comunidad con un mayor riesgo durante el verano de que su población sufra deshidratación, con un 48 por ciento de los andaluces en esta situación potencial, solo superada por Madrid, donde la cifra alcanza el 53 por ciento, según revela el estudio 'Hábitos de Hidratación y Salud de la Población Española', elaborado por el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS), en colaboración con la Organización Médico Colegial (OMC).
Según este trabajo, en el que han participado 2.000 personas mayores de 18 años de toda España, las principales razones de esta deshidratación estarían en la no ingesta de suficiente agua, practicar actividad física o tomar en exceso el sol.
En la comunidad andaluza, el 93 por ciento de los andaluces afirma no haber sufrido nunca una deshidratación. Sin embargo, el 71 por ciento ha sufrido alguno de sus síntomas. Así, el 20 por ciento afirma haber tenido dolor de cabeza y malestar general en situaciones de calor o al practicar alguna actividad física, el 29 por ciento haber notado sudoración excesiva y el 35 por ciento cansancio y somnolencia.
Además, casi la mitad de los andaluces, concretamente el 47 por ciento, afirma esperar a beber hasta sentir sed. Ante ello, la jefe asociada del Servicio de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, Pilar Riobó, apuesta por cambiar este hábito "porque cuando aparece la sensación de sed ya se han perdido líquidos y existe una cierta deshidratación".
"Si no reponemos todo lo que se va perdiendo a lo largo del día, nuestro cuerpo tiene que recurrir al líquido alojado en el interior de nuestras células, pudiendo provocar dolor de cabeza, cansancio, debilidad, etcétera", ha advertido esta experta, quien ha subrayado que las personas mayores "pueden no notar sensación de sed, ya que con la edad se produce una cierta atrofia del centro de la sed (hipodipsia). Por ello son muy susceptibles a la deshidratación".
En líneas generales, agrega, los datos de la encuesta concluyen que los andaluces beben menos de lo necesario. Así, el 86 por ciento no alcanza los 2,5 litros al día. Esto es importante para cualquier persona y especialmente para los mayores, los que tienen tratamiento con fármacos diuréticos, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, niños y personas enfermas.
Además, los trabajadores al aire libre, estudiantes o personas que practican actividad física, también necesitan vigilar su hidratación. En total, según datos del estudio, la población de riesgo en Andalucía supone más de un tercio del total (el 38%).
La hidratación es fundamental durante todo el año y en verano aún más, ya que con el calor aumentan las pérdidas hídricas que hay que reponer. Sin embargo, el 9 por ciento afirma beber lo mismo en verano que en invierno.
De hecho, el 33 por ciento de los andaluces dicen que les resulta difícil beber entre 2 y 2,5 litros al día. Ante esto, la doctora Riobó sostiene que ingerir variedad de bebidas como agua, refrescos, zumos o infusiones ayuda a alcanzar los niveles óptimos de hidratación. La mayoría de los andaluces (88%) afirma que ingerir distintas bebidas facilita beber lo necesario. El 75 por ciento afirma beber por placer y la variedad de sabores es valorada positivamente por el 67 por ciento.
"Hay situaciones en las que una correcta hidratación es especialmente importante", agrega Riobó. Sin embargo, datos del mismo estudio concluyen que, durante una jornada de playa o piscina, más de la mitad de los andaluces (51%) no bebe con la frecuencia necesaria para estar bien hidratado; de hecho, un 47% puede pasar hasta tres horas sin beber nada.
Además, el 42,8 por ciento afirman practicar con frecuencia actividades físicas ligeras, como caminar o realizar tareas domésticas. De quienes practican alguna actividad física durante el verano, el 66 por ciento no se hidrata correctamente. De hecho, el 34 por ciento bebe únicamente cuando tiene sed y el 23 por ciento cuando ha terminado de realizar la actividad.
DECÁLOGO DE RECOMENDACIONES
Por ello, la OMC y el OHS han elaborado un decálogo de recomendaciones para evitar la deshidratación y mantener uno hábitos saludables, especialmente en los meses de verano. Así, recomiendan beber de dos a tres litros de líquido al día de manera continua y en pequeñas cantidades; si se realizan actividades y esfuerzos físicos notables, conviene aumentar estas cantidades y vigilar las pérdidas excesivas de líquido a través del sudor.
También aconsejan llevar siempre a mano una botella de bebida que nos recuerde la necesidad de beber; no confiar únicamente en la sensación de sed ya que suele aparecer cuando existe cierta deshidratación; beber variedad de bebidas: agua, infusiones, refrescos, zumos, lácteos; ingerir alimentos ricos en agua (frutas, verduras y hortalizas); evitar el consumo de bebidas alcohólicas, tienen efecto diurético y deshidratan; en épocas de calor intenso, además de aumentar el consumo de líquidos, mantenerse en un ambiente fresco y ventilado; vigilar la adecuada ingesta de líquido de los más vulnerables a la deshidratación (ancianos, deportistas, trabajadores al aire libre), y en caso de duda sobre cómo hidratarse adecuadamente, consultar a los especialistas de la salud (médicos, enfermeros o farmacéuticos).