MADRID 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
La luz azul mata tanto las células secas como las biopelículas del patógeno 'Listeria monocytogenes', un contaminante frecuente de las instalaciones de procesado de alimentos, según una investigación publicada en 'Applied and Environmental Microbiology', revista de la Sociedad Americana de Microbiología.
La desaparición de la 'L. monocytogenes' fue más rápida cuando las células o las biopelículas se colocaron sobre poliestireno, un tipo de plástico transparente muy utilizado.
"Estos resultados contribuyen a mejorar nuestros conocimientos sobre el potencial de la luz azul para tratar superficies inertes contaminadas con 'L. monocytogenes' --afirma el doctor Francisco Díez González, autor del trabajo y Director y Profesor del Centro de Seguridad Alimentaria de la Universidad de Georgia (Estados Unidos)--. Aunque las biopelículas de patógenos suelen resistirse poderosamente a ser exterminadas, los resultados sugieren que la luz azul podría destruir eficazmente 'L. monocytogenes'".
En el estudio, los investigadores depositaron suspensiones líquidas de mezclas de 5 cepas de 'L. monocytogenes' en pequeñas placas rectangulares estériles fabricadas con 6 materiales diferentes, entre ellos poliestireno, acero inoxidable y caucho de silicona, que luego se dejaron secar. Los investigadores también utilizaron placas similares para cultivar biopelículas, que también dejaron secar.
A continuación, proyectaron luz azul sobre las biopelículas y sobre las suspensiones secas de células en las placas para determinar las combinaciones más eficaces de dosis y longitudes de onda, así como las superficies más eficaces para extirpar los patógenos.
"La aplicación de la luz azul para controlar la contaminación microbiana tiene el potencial de ofrecer una tecnología adicional que podría complementar los métodos existentes para la desinfección de superficies en contacto con alimentos", subraya Díez-González. Recuerda que la luz azul se ha utilizado para la desinfección en hospitales y asegura que, en comparación con la luz ultravioleta, la luz azul ofrece un menor riesgo para el usuario.
El doctor Fereidoun Forghani, que trabaja en el laboratorio de Díez-González, inició la investigación cuando, buscando nuevas ideas, se topó con el uso de la luz azul como posible intervención antimicrobiana para desinfectar superficies. Construyó algunos prototipos de luz azul y obtuvo los primeros resultados preliminares tratando cultivos puros de listeria.