Logran cultivar electrodos vivos en el cerebro, que allanan el camino para futuras terapias de trastornos neurológicos

Archivo - Las células de Schwann recubren los axones de las neuronas con una capa de grasa, la mielina, que actúa como aislante eléctrico y acelera la conducción de los impulsos nerviosos.
Archivo - Las células de Schwann recubren los axones de las neuronas con una capa de grasa, la mielina, que actúa como aislante eléctrico y acelera la conducción de los impulsos nerviosos. - CSIC - Archivo
Publicado: viernes, 24 febrero 2023 6:43

MADRID 24 Feb. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de las universidades suecas de Linkping, Lund y Gotemburgo han logrado cultivar electrodos en tejidos vivos utilizando las moléculas del organismo como activadores. El resultado, publicado en la revista 'Science', allana el camino para la formación de circuitos electrónicos totalmente integrados en organismos vivos.

"Durante varias décadas hemos intentado crear electrónica que imitara la biología. Ahora dejamos que la biología cree la electrónica por nosotros", afirma el profesor Magnus Berggren, del Laboratorio de Electrónica Orgánica (LOE) de la Universidad de Linkping.

Vincular la electrónica al tejido biológico es importante para comprender funciones biológicas complejas, combatir enfermedades cerebrales y desarrollar futuras interfaces entre el hombre y la máquina. Sin embargo, la bioelectrónica convencional, desarrollada en paralelo con la industria de semiconductores, tiene un diseño fijo y estático que resulta difícil, si no imposible, de combinar con sistemas de señales biológicas vivos.

Para salvar esta brecha entre biología y tecnología, los investigadores han desarrollado un método para crear materiales blandos, sin sustrato y conductores electrónicos en tejidos vivos. Inyectando un gel que contiene enzimas como "moléculas de ensamblaje", los investigadores lograron cultivar electrodos en el tejido de peces cebra y sanguijuelas medicinales.

"El contacto con las sustancias del cuerpo cambia la estructura del gel y lo hace conductor de la electricidad, cosa que no es antes de la inyección. Dependiendo del tejido, también podemos ajustar la composición del gel para poner en marcha el proceso eléctrico", explica Xenofon Strakosas, investigador de LOE y la Universidad de Lund y uno de los autores principales del estudio.

Las moléculas endógenas del cuerpo bastan para desencadenar la formación de electrodos. No hay necesidad de modificación genética ni de señales externas, como luz o energía eléctrica, que han sido necesarias en experimentos anteriores. Los investigadores suecos son los primeros del mundo en conseguirlo.

Su estudio allana el camino hacia un nuevo paradigma en bioelectrónica. Si antes era necesario implantar objetos físicos para iniciar procesos electrónicos en el cuerpo, en el futuro bastará con inyectar un gel viscoso.

En su estudio, los investigadores demuestran además que el método puede dirigir el material conductor electrónico a subestructuras biológicas específicas y crear así interfaces adecuadas para la estimulación nerviosa. A largo plazo, podría ser posible la fabricación de circuitos electrónicos totalmente integrados en organismos vivos.

En experimentos realizados en la Universidad de Lund, el equipo logró formar electrodos en el cerebro, el corazón y las aletas de la cola del pez cebra y alrededor del tejido nervioso de sanguijuelas medicinales. Los animales no sufrieron daños por el gel inyectado ni se vieron afectados por la formación de electrodos. Uno de los muchos retos de estos ensayos fue tener en cuenta el sistema inmunitario de los animales.

"Haciendo cambios inteligentes en la química, pudimos desarrollar electrodos que fueran aceptados por el tejido cerebral y el sistema inmunitario. El pez cebra es un modelo excelente para el estudio de electrodos orgánicos en cerebros", afirma el profesor Roger Olsson, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Lund, que también tiene un laboratorio de química en la Universidad de Gotemburgo.

Fue el profesor Roger Olsson quien tomó la iniciativa del estudio, después de leer sobre la rosa electrónica desarrollada por investigadores de la Universidad de Linkping en 2015. Uno de los problemas de la investigación, y una diferencia importante entre plantas y animales, era la diferencia en la estructura celular.

Mientras que las plantas tienen paredes celulares rígidas que permiten la formación de electrodos, las células animales son más bien una masa blanda. Crear un gel con suficiente estructura y la combinación adecuada de sustancias para formar electrodos en ese entorno fue un reto que tardó muchos años en resolverse.

"Nuestros resultados abren vías completamente nuevas para pensar en biología y electrónica. Aún nos quedan muchos problemas por resolver, pero este estudio es un buen punto de partida para futuras investigaciones", concluye Hanne Biesmans, estudiante de doctorado en LOE y una de las autoras principales.