MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
Utilizando un dispositivo especializado que traduce imágenes en sonido, neurocientíficos del Centro Médico de la Universidad de Georgetown, en Estados Unidos, y sus colegas han demostrado que las personas ciegas reconocían caras básicas utilizando la parte del cerebro conocida como área fusiforme de la cara, una región que es crucial para el procesamiento de las caras en las personas videntes, según publican en la revista 'PLOS ONE'.
"Se sabe desde hace tiempo que las personas ciegas pueden compensar su pérdida de visión, hasta cierto punto, utilizando sus otros sentidos --afirma el doctor Josef Rauschecker, profesor del Departamento de Neurociencia de la Universidad de Georgetown y autor principal de este estudio--. Nuestro estudio comprobó hasta qué punto existe esta plasticidad, o compensación, entre la vista y el oído codificando patrones visuales básicos en patrones auditivos con la ayuda de un dispositivo técnico que denominamos dispositivo de sustitución sensorial. Con el uso de imágenes de resonancia magnética funcional (IRMf), podemos determinar en qué parte del cerebro se produce esta plasticidad compensatoria".
La percepción facial en humanos y primates no humanos se lleva a cabo mediante un mosaico de regiones corticales especializadas. El modo en que se desarrollan estas regiones sigue siendo controvertido. Debido a su importancia para el comportamiento social, muchos investigadores creen que los mecanismos neuronales del reconocimiento de caras son innatos en los primates o dependen de la experiencia visual temprana con las caras.
"Nuestros resultados en personas ciegas implican que el desarrollo del área fusiforme facial no depende de la experiencia con caras visuales reales, sino de la exposición a la geometría de las configuraciones faciales, que puede ser transmitida por otras modalidades sensoriales", añade Rauschecker.
La doctora Paula Plaza, una de las autoras principales del estudio, que actualmente trabaja en la Universidad Andrés Bello de Chile, afirma que el estudio demuestra que "el área facial fusiforme codifica el 'concepto' de una cara independientemente del canal de entrada o de la experiencia visual, lo que constituye un descubrimiento importante".
Seis personas ciegas y 10 videntes, que sirvieron como sujetos de control, se sometieron a tres rondas de resonancias magnéticas funcionales para ver qué partes del cerebro se activaban durante las traducciones de imagen a sonido. Los científicos descubrieron que la activación cerebral por el sonido en las personas ciegas se producía principalmente en el área fusiforme izquierda de la cara, mientras que en las personas videntes se producía sobre todo en el área fusiforme derecha de la cara.
"Creemos que la diferencia izquierda/derecha entre personas ciegas y no ciegas puede tener que ver con la forma en que los lados izquierdo y derecho del área fusiforme procesan las caras, ya sea como patrones conectados o como partes separadas, lo que puede ser una pista importante para ayudarnos a perfeccionar nuestro dispositivo de sustitución sensorial", afirma Rauschecker, que también es codirector del Centro de Neuroingeniería de la Universidad de Georgetown.
Actualmente, con su dispositivo, las personas ciegas pueden reconocer una cara básica de "dibujos animados" (como una cara feliz emoji) cuando se transcribe a patrones de sonido. Reconocer caras mediante sonidos fue un proceso que requirió mucho tiempo y muchas sesiones de práctica. Cada sesión empezaba con el reconocimiento de formas geométricas sencillas, como líneas horizontales y verticales; luego se aumentaba gradualmente la complejidad de los estímulos, de modo que las líneas formaban figuras, como casas o caras, que luego se hacían aún más complejas (casas altas frente a anchas y caras felices frente a caras tristes).
En última instancia, a los científicos les gustaría utilizar imágenes de caras y casas reales en combinación con su dispositivo, pero los investigadores señalan que primero tendrían que aumentar mucho la resolución del dispositivo.
"Nos encantaría poder averiguar si es posible que las personas ciegas aprendan a reconocer a los individuos a partir de sus imágenes. Es posible que necesitemos mucha más práctica con nuestro dispositivo, pero ahora que hemos localizado la región del cerebro donde tiene lugar la traducción, quizá sepamos mejor cómo afinar nuestros procesos", concluye Rauschecker.