Localizan biomarcadores sanguíneos que identifican a pacientes con Covid-19 persistente

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Publicado: miércoles, 27 septiembre 2023 7:04

MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los pacientes con COVID largo presentan claras diferencias en la función inmunitaria y hormonal con respecto a los pacientes que no padecen la enfermedad, según un nuevo estudio dirigido por la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai y la Escuela de Medicina de Yale, en Estados Unidos. La investigación, publicada en la revista 'Nature', es la primera en mostrar biomarcadores sanguíneos específicos que pueden identificar con precisión a los pacientes con COVID prolongada.

"Estos hallazgos son importantes, ya que pueden servir de base para realizar pruebas más sensibles a los pacientes con COVID prolongada y tratamientos personalizados para esta enfermedad que, hasta ahora, no tenían una base científica demostrada", afirma el investigador principal, David Putrino, catedrático de Rehabilitación y Rendimiento Humano y director del Centro de Investigación de Capacidades del Icahn Mount Sinai, así como director para la familia Nash del Centro Cohen para la Recuperación de Enfermedades Crónicas Complejas.

"Este trabajo es tan emocionante porque es uno de los primeros que nos muestra diferencias claras y mensurables en los biomarcadores sanguíneos de personas con COVID prolongada en comparación con personas que se recuperaron totalmente de una infección aguda y con un grupo de personas que nunca se infectaron con SARS-CoV-2 (el virus que causa la COVID-19) --añade--. Se trata de un paso decisivo en el desarrollo de protocolos de análisis de sangre válidos y fiables para la COVID larga".

Los médicos del Sistema de Salud Mount Sinai identificaron por primera vez los síntomas de COVID largo en 2020 cuando los pacientes informaron de problemas persistentes tras un caso inicial diagnosticado de COVID-19. Estos síntomas incluían deterioro cognitivo o "niebla cerebral", fatiga extrema, dificultad para respirar y dolor crónico.

Los investigadores analizaron a un total de 271 pacientes de tres centros --el Hospital Mount Sinai, Mount Sinai Union Square y la Facultad de Medicina de Yale-- entre enero de 2021 y junio de 2022. Los investigadores los dividieron en tres grupos: los que no tenían infección previa por SARS-CoV-2; los que se habían recuperado completamente de un caso clínicamente confirmado de COVID-19; los que tenían síntomas activos de COVID de larga duración durante al menos cuatro meses o más después de la infección confirmada por COVID-19 (la mediana del tiempo de síntomas de larga duración fue de 12 meses desde la infección aguda).

Se pidió a cada paciente que rellenara una serie de cuestionarios detallados sobre sus síntomas, historial médico y calidad de vida relacionada con la salud. Los investigadores tomaron muestras de sangre de todos los pacientes, identificaron las diferencias y similitudes de los biomarcadores entre los grupos y, a continuación, aplicaron análisis de aprendizaje automático para comprender mejor qué biomarcadores eran más eficaces para permitir al algoritmo identificar a los pacientes con COVID prolongada.

En general, el algoritmo fue capaz de diferenciar entre personas con y sin COVID largo con una precisión del 96% y detectar la enfermedad basándose en características distintivas detectadas en la sangre de los participantes del grupo con COVID largo. Algunas de las diferencias más pronunciadas entre el grupo de COVID largo y los dos grupos de control estaban relacionadas con la disfunción inmunitaria y hormonal. Ésta se caracterizaba por biomarcadores que indicaban una actividad anormal de las células T, la reactivación de múltiples virus latentes (incluidos el virus de Epstein-Barr y otros herpesvirus) y reducciones significativas de los niveles de cortisol.

"Estos hallazgos nos muestran que las personas con COVID prolongada viven con un proceso de la enfermedad que es observable mediante los protocolos de análisis de sangre establecidos en el estudio, pero que también varía de un paciente a otro en función de su historial médico específico --afirma el doctor Putrino--. Esto significa que los médicos deben escuchar a sus pacientes y realizar una amplia variedad de pruebas fisiológicas y de laboratorio, adoptando al mismo tiempo un enfoque muy personalizado del tratamiento médico de la COVID prolongada".

Según recuerda, "no existe una 'bala de plata' para tratar el COVID largo, porque es una enfermedad que se infiltra en sistemas complejos como la regulación inmunitaria y hormonal. Las enfermedades complejas requieren soluciones de tratamiento complejas y necesitamos una investigación más rápida para comprender mejor la COVID larga y descubrir terapias nuevas y prometedoras".

"Estamos encantados de observar diferencias tan claras en los fenotipos inmunitarios de las personas con y sin COVID largo. Estos marcadores deben validarse en estudios más amplios, pero constituyen un primer paso en la disección de la patogénesis de la COVID larga", concluye la coinvestigadora principal Akiko Iwasaki, catedrática Sterling de Inmunobiología y de Biología Molecular, Celular y del Desarrollo en la Facultad de Medicina de Yale.