La llegada del otoño aumenta el riesgo de aparición de casos de bronquiolitis en menores

Frío, bajas temperaturas, abrigo, abrigarse
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 15 noviembre 2017 13:57


MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

La llegada del otoño y el cambio de temperaturas, aumenta el riesgo de aparición de casos de bronquiolitis en menores, según ha señalado el coordinador del Servicio de Pediatría y Neonatología del Hospital La Milagrosa de Madrid, Francisco Basanta.

El experto ha explicado que la bronquiolitis es el primer episodio de sibilancias que presenta un niño de menos de dos años. Es una infección que afecta a la vía respiratoria, a nivel de los bronquiolos con inflamación, estenosis y aumento de producción de mucosidad.

Generalmente esta afección está causada por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS) y la mayoría de los niños se recuperan. No obstante, en algunos esta infección puede dar lugar a problemas respiratorios en el futuro, de hecho, es común que tras un episodio de bronquiolitis, sobre todo si el niño ha precisado hospitalización, durante los siguientes meses o incluso años, sus resfriados cursen con síntomas similares a los de la bronquiolitis inicial, es decir, tos con o sin fiebre, dificultad para respirar y pitidos en el pecho.

Se sabe, además, que los niños que han padecido bronquiolitis durante los primeros meses de la vida, presentan posteriormente durante la segunda infancia y adolescencia un mayor riesgo de desarrollar asma que los que nunca han padecido la infección.

"En el caso de los más pequeños, los que más riesgo tienen de sufrirlo son los prematuros, niños que asisten a guarderías, hijos de fumadores, bebés que han carecido de lactancia materna y aquellos que viven en ambientes hacinados. Se contagia mediante el contacto con secreciones respiratorias, pero no sólo de forma directa, sino también indirectamente, a través de contacto con manos y objetos que, previamente, hayan sido contaminados" ha detallado el doctor Basanta.

El coordinador del Servicio de Pediatría y Neonatología del Hospital La Milagrosa , ha insistido en que "para su prevención, las medidas de higiene son fundamentales, así como no fumar en casa con los niños y evitar espacios de hacinamiento con otros menores enfermos. Los síntomas iniciales son los de un cuadro catarral, para presentar, posteriormente, las sibilancias y, en algunos casos, signos más importantes de dificultad respiratoria".

Los signos de alarma por los que se debería acudir al pediatra o servicio de urgencias son intolerancia a la alimentación y vómitos;
incremento de somnolencia; pausas respiratorias (apneas);
palidez intensa acompañada de sudoración o cianosis (color morado);
hundimiento intercostal o movimientos abdominales al respirar.