MADRID 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
Con la "inminente" llegada de la nueva familia de fármacos basados en los inhibidores de la proteasa a los servicios sanitarios se espera que la cifra de curación de las personas afectadas por el virus de la hepatitis C se sitúe en tres de cada cuatro pacientes, afirma el doctor Juan Arenas Ruiz-Tapiador, adjunto de Hepatología del servicio de Aparato Digestivo del Hospital Donostia.
Este experto, que va a participar en la conferencia 'Hepatitis C: el reto de afrontar una nueva epidemia', que tendrá lugar este miércoles en Bilbao, informa de que, en la actualidad, "con el tratamiento estándar basado en el uso del interferón y la ribavirina, se están curando entre el 50 y el 60 por ciento de todas las hepatitis C".
Sin embargo, la llegada de los inhibidores de la proteasa va a suponer un "salto cualitativo", al curar al 75 por ciento de los casos, asegura este experto, quien precisa que estos inhibidores se dirigen especialmente al genotipo 1 del virus, "que es el más difícil de curar y el causante de entre el 50 y el 60 por ciento de los casos".
Además, Arenas Ruiz-Tapiador pronostica que, en un plazo de unos diez años, "es probable que se llegue a una cifra de curación cercana al 100 por ciento, gracias a las investigaciones de nuevas moléculas, como los inhibidores de la polimerasa".
Con respecto a los nuevos fármacos que se van a comenzar a utilizar de manera inmediata en los distintos servicios de salud, "los inhibidores de la proteasa se habrán de tomar de manera conjunta con los tratamientos actuales, ya que si no, el virus de la hepatitis C podría crear resistencias", argumenta este experto.
El dos por ciento de la población de nuestro entorno ha entrado en contacto con el virus de la hepatitis C, informa Arenas Ruiz-Tapiador. "Esto da unas cifras aproximadas de unos 800.000 personas en España y unas de 40.000 personas en el País Vasco, una cifra muy relevante", añade.
Existen dos perfiles de afectados diferenciados, explica este experto. Por un lado, "las personas, en su mayoría mayores, que han tenido contacto con el virus de la hepatitis C a través de transfusiones o hemodiálisis" y, por otro, pacientes de mediana edad que, en su juventud, tuvieron algún tipo de contacto con drogas de administración parenteral y quedaron infectados. "Para ambos grupos puede ser muy positivo", apostilla.
No obstante, para pacientes coinfectados con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el de la hepatitis C, "se deben estudiar más a fondo la interacción con los antirretrovirales, aunque también se esperan beneficios para este colectivo", señala.
A pesar de que, entre el 15 y el 20 por ciento de las personas que entran en contacto con el virus de la hepatitis C se curan solos, informa este especialista, "queda entre un 80 y un 85 por ciento de pacientes que no se curan y viven con la patología de forma crónica". "De ellos, un 20 por ciento acaban desarrollando cirrosis en el hígado, patología que puede desembocar en un cáncer hepático", concluye.