MADRID, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
Aunque llevamos ya unos días con temperaturas que todo el mundo llama primaverales, hasta este lunes (a las 11.29 hora oficial peninsular, para ser exactos) no se declara oficialmente la llegada de la primavera.
Desaparece poco a poco el frío, las lluvias también típicas de esta estación se alternan con días soleados, los días son más largos. Aunque todo son circunstancias propicias para saludar al equinocio, también es una época en la que se acentúa la inestabilidad emocional se acentúa.
"Pese a la creencia popular de que la Navidad es una de las épocas del año más tristes, la realidad ha demostrado que cuando más ayuda se pide a los profesionales es en primavera, estación con números récord de suicidio", ha reconocido el psiquiatra Diego Urgelés, de la Clínica Nuestra Señora de La Paz de Madrid.
Algo que contrasta con ese esterotipo al que se asocia la primavera, una época alegre y agradable, acompañada por el florecimiento de la naturaleza, que deja atrás el sombrío invierno.
Sin embargo, según este experto, muchas enfermedades como la depresión o el trastorno bipolar tienen un componente estacional y por ello empeoran en primavera y también en otoño. De hecho, "es algo que se nota en las listas de espera en los centros de salud mental, puesto que aumentan significativamente en estas fechas, especialmente en las enfermedades graves".
La causa principal de este empeoramiento, ha explicado Urgelés, es que son las épocas en las que más rápidamente cambia la exposición a la luz y se cree que esto podría llevar a inestabilidad en el reloj biológico y cambios de ánimo. Aspectos que "en las personas más vulnerables son factores de riesgo para enfermar".
"Sabemos además que la hormona melatonina (que sirve para regular el ciclo noche/día), el hipotálamo, algunas células de la retina y los genes que regulan el reloj biológico, están alterados en el trastorno bipolar. Todos estos datos no hacen más que subrayar la importancia que tiene la luz en el mecanismo de la enfermedad y las posibilidades que ofrece como terapia", ha resaltado.
UN PROBLEMA DE ORIENTACIÓN
De igual modo, han visto que los pacientes con trastorno bipolar ingresados en habitaciones orientadas hacia el este (las que recibían el sol por la mañana) tenían ingresos más cortos que los pacientes ingresados en habitaciones orientadas al oeste.
Por otra parte, la exposición a pantallas de aparatos electrónicos en horario nocturno puede facilitar la aparición de crisis en algunas personas.
"Es por esto que algunos científicos apuntan que una de las causas de que el trastorno bipolar sea una enfermedad tan frecuente hoy en día se deba a que vivimos en una sociedad en el que pasamos horas mirando a pantallas de teléfonos u ordenadores, un mundo en el que gracias a la luz artificial, las noches pueden ser más luminosas que los días", según Urgelés.
Para evitar esta situación, su consejo pasa por mantener los horarios, medir la actividad durante el día, programar adecuadamente los viajes de larga distancia o tener un estricto control del sueño. "Son consejos sencillos que contribuyen a una mayor estabilidad afectiva", ha sentenciado.