El líquido lubricante de las articulaciones desempeña un papel clave en el dolor de la artrosis

Artrosis
Artrosis - FLICKR/SILVANA CIARDULLO - Archivo
Publicado: miércoles, 14 agosto 2019 18:07

   MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -

   Un equipo de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) ha demostrado cómo, en pacientes con artrosis, el lubricante viscoso que normalmente permite que las articulaciones se muevan suavemente desencadena una respuesta al dolor de las células nerviosas similar a la causada por los chiles.

    La artrosis causa dolor y rigidez en las articulaciones, y en algunas personas hinchazón y sensibilidad de las articulaciones. La afección afecta la calidad de vida de un individuo y su atención cuesta millones a la economía global, tanto directamente en términos de costos de atención médica como indirectamente debido al impacto en la vida laboral del individuo.

   Esta patología reumática se ha considerado en gran medida como un trastorno degenerativo en el que el dolor se produce por el daño y el desgaste del hueso y el cartílago. Sin embargo, en los últimos años ha quedado claro que no se limita al daño del cartílago, sino que es una falla de toda la articulación, con la inflamación (la respuesta del cuerpo al estrés y las lesiones) que contribuye de manera importante al dolor experimentado por los pacientes.

   Una reciente colaboración entre las dos compañías farmacéuticas Pfizer y Eli Lilly ha encontrado que su medicamento antiinflamatorio, el tanezumab, produjo alivio del dolor para pacientes con artrosis en un ensayo clínico de fase 3.

   Cuando se produce inflamación, el cuerpo produce un mayor número de células dentro y alrededor de la articulación. Estas células liberan sustancias inflamatorias en el líquido sinovial, el lubricante que permite que las articulaciones se muevan suavemente. Durante la artrosis, el líquido sinovial se vuelve menos viscoso y estas sustancias inflamatorias entran en contacto directo con las células nerviosas sensoriales en la articulación, produciendo la sensación de dolor.

    En un estudio publicado en la revista 'Rheumatology', los investigadores de la Universidad de Cambridge y el Hospital de Addenbrooke, parte de los hospitales de la Universidad de Cambridge, examinaron si el líquido sinovial producido durante la artrosis es capaz de excitar directamente los nervios sensoriales que irrigan las articulaciones de la rodilla: esos nervios responsables para transmitir señales de dolor.

   "La artrosis puede ser una afección muy dolorosa, pero solo sabemos un poco sobre las causas de este dolor. Queríamos investigar lo que estaba sucediendo en la articulación y ver si era el lubricante que normalmente mantiene estas articulaciones en movimiento lo que contribuía al dolor. Estudios como estos son importantes para ayudarnos a desarrollar mejores tratamientos", ha explicado", Sam Chakrabarti, un académico de Gates Cambridge.

   Los investigadores obtuvieron líquido sinovial de pacientes con artrosis consentida en el Hospital de Addenbrooke y de donantes post mortem sin enfermedad articular conocida. Luego incubaron los nervios sensoriales de la rodilla aislados de ratones en líquido sinovial sano o con artrosis y registraron la actividad de estos nervios.

   El equipo descubrió que cuando se incubaron con líquido sinovial artrósico, los nervios de la rodilla eran más excitables. Los nervios también mostraron un aumento en la función de TRPV1, una molécula que detecta el calor de los chiles (TRPV1 también se activa por el calor, por lo que los chiles tienen un sabor picante).

   Aunque la presencia de productos químicos inflamatorios en el líquido sinovial de la artrosis se conoce desde 1959, esta es la primera evidencia de que el líquido sinovial puede excitar directamente los nervios sensoriales y, por lo tanto, es un contribuyente importante a la experiencia del dolor de un individuo.

   "Esta es la primera vez que hemos podido usar líquido sinovial de pacientes con artrosis humana para excitar las células nerviosas sensoriales, haciéndolo más clínicamente relevante que los estudios con ratones solos, y con suerte ayudarán a traducir los tratamientos de la banca al lado de la cama", ha señalado el doctor Ewan St John Smith del Departamento de Farmacología de la Universidad de Cambridge.