MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un gran estudio sobre la relación entre el consumo de alcohol y las enfermedades cardiovasculares muestra que las leyes que restringen la venta de bebidas alcohólicas pueden tener efectos sobre la salud pública medibles que pueden ser tanto beneficiosos como perjudiciales. Los autores señalan que los "resultados tienen implicaciones para la salud relacionados con las personas con o en riesgo de varios tipos de enfermedad cardiovascular".
El alcohol es una de las drogas más consumidas y la enfermedad cardiaca es la causa más común de muerte en todo el mundo. Estudios previos sugieren que el consumo de alcohol puede estar vinculado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y menor riesgo para otros, pero éstos han dependido en gran medida de la información aportada por los participantes sobre su consumo de alcohol, que no es necesariamente fiable, y han generado resultados contradictorios.
Por ello, un equipo de investigadores con sede en la Universidad de California, San Francisco, en Estados Unidos, investigó la relación entre la ingesta de alcohol y las enfermedades cardiovasculares mediante el uso de las diferencias en las leyes de venta de bebidas alcohólicas al nivel del condado de Texas.
Texas es el estado de Estados Unidos más popular en la promulgación de leyes que restringen la venta de alcohol. Existe un mosaico de condados donde se permite vender alcohol, conocidos como 'condados mojados', y algunos donde dichas ventas están restringidas, llamados por ello 'condados secos'.
Mediante el análisis de la información de la Comisión de Bebidas Alcohólicas de Texas, los investigadores identificaron 29 condados como 'secos' (donde las ventas de alcohol están completamente restringidas), 47 condados como 'mojados' y siete condados que pasaron de 'seco' a 'mojado' entre 2005 y 2010. Durante el mismo periodo, 1.106.968 pacientes de 21 años o mayores fueron ingresados en el hospital en el estado, según datos del Departamento de Salud de Texas.
MÁS CONSUMO Y ENFERMEDAD HEPÁTICA SIN RESTRICCIÓN DE ALCOHOL
Los resultados mostraron que la incidencia y prevalencia del abuso de alcohol y la enfermedad hepática alcohólica fue significativamente mayor entre los residentes hospitalizados de los condados bautizados como húmedos que en condados secos, incluso después de ajustar por factores, como, edad, raza, etnia y sexo. También había mayor prevalencia e incidencia de fibrilación auricular (latidos irregulares del corazón), pero una menor prevalencia e incidencia de ataques al corazón e insuficiencia cardiaca congestiva.
Los residentes hospitalizados en los siete condados que cambiaron de 'secos' a 'húmedos' durante el periodo de estudio también presentaban una mayor prevalencia e incidencia de abuso de alcohol, enfermedad hepática, fibrilación auricular e insuficiencia cardiaca congestiva, pero no hubo diferencia en los ataques al corazón.
Se trata de un estudio observacional así que no hay conclusiones definitivas sobre la causa y el efecto, pero los autores dicen que los "resultados tienen implicaciones para la salud relevantes para las personas con o en riesgo de varios tipos de enfermedad cardiovascular".