MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio, realizado por un investigador de la Universidad de Nebraska en Omaha (EEUU), analizó el impacto en la persistencia criminal de las lesiones en la cabeza, que se ha relacionado con el aumento de los niveles de delincuencia entre adolescentes y adultos jóvenes.
El investigador ha tratado de identificar los factores que promueven o contribuyen a la persistencia criminal, es decir, la probabilidad de que los delincuentes sigan dañando.
Lo que ha encontrado en el estudio, publicado en 'Justice Quarterly', ha sido que los cambios en los individuos con lesiones en la cabeza estaban asociados con aumentos en los delitos autoinformados, y en particular con los delitos violentos.
El investigador y profesor de criminología, Joseph A. Schwartz, afirma que "estos resultados proporcionan evidencia preliminar de que los déficits neuropsicológicos adquiridos, y las lesiones en la cabeza más directamente, resultan en periodos prolongados de persistencia criminal".
La investigación se basó en datos del estudio Pathways to Desistance de 1.336 jóvenes que tenían entre 14 y 19 años y provenían de Filadelfia y Phoenix (EEUU). Los jóvenes, que en su mayoría eran hombres y de diferentes razas y etnias, fueron entrevistados durante siete años sobre el comportamiento criminal y el contacto con el sistema de justicia penal. Casi una quinta parte de los participantes sufrió una o más lesiones en la cabeza durante el estudio y casi un tercio sufrió una lesión en la cabeza antes de la primera entrevista.
En el estudio Schwartz exploró el efecto de los cambios en los individuos con lesiones en la cabeza en las trayectorias longitudinales de detención y los informes mensuales de delitos generales, violentos y no violentos. También consideró factores como el control de impulsos, la inteligencia, la disfunción preexistente de la corteza prefrontal, el apoyo familiar y el estado socioeconómico.
Lo que descubrió Schartz es que la lesión en la cabeza es de cinco a ocho veces más común entre las personas involucradas con el sistema de justicia penal que en la población general. También descubrió que los jóvenes se involucraron en niveles más altos de delitos generales y violentos después de una lesión en la cabeza.
Si bien el investigador afirma que no es posible describir la asociación entre la lesión en la cabeza y la ofensa violenta como causal, señala una fuerte evidencia de cambios significativos en las tendencias de la ofensiva después de una lesión en la cabeza.
En el estudio se observó un patrón menos consistente en la asociación entre le traumatismo craneoencefálico y la ofensa no violenta, lo que indica, afirman, que el traumatismo craneoencefálico puede afectar a formas específicas de persistencia delictiva de manera diferenciada.
LOS JÓVENES CON LESIÓN EN LA CABEZA TENÍAN MÁS POSIBILIDADES DE SER ARRESTADOS
Asimismo, los jóvenes que tenían una lesión en la cabeza tenían más posibilidades de ser arrestados que aquellos que no tenían tal lesión, pero la probabilidad de ser arrestado para aquellas personas que sufrieron una lesión no aumentó después de sufrirla.
Los resultados, señala Schwartz, "deben interpretarse con cautela porque no se pudo examinar directamente los déficits subyacentes a la asociación entre la lesión en la cabeza y la persistencia criminal. Además, la medida de la lesión en la cabeza fue autoinformada y no abordó la gravedad de las lesiones.
"El impacto de la lesión en la cabeza y sobre el comportamiento ofensivo es probablemente el resultado de déficits neuropsicológicos que comprometen el desarrollo normativo del cerebro. Se necesitan más investigaciones sobre este tema, que nos ayudaría a comprender qué tipo de tratamientos e intervención funcionaría con las personas afectadas por lesiones en la cabeza y podrían contribuir a reducir el crimen", concluye el investigador.