Se confirma como una alternativa al láser ya que, además, impide la aparición de cataratas
MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
La implantación de lentes intraoculares multifocales está demostrando ser una alternativa eficaz para el tratamiento de la presbicia o vista cansada que, además, minimiza aún más el uso de gafas en comparación con aquellos operados con láser, según los resultados de un estudio llevado a cabo por Clínica Baviera.
Desde 2006, este grupo de clínicas oftalmológicas ha realizado un total de 5.347 operaciones para implantar lentes artificiales multifocal y corregir esta patología de la vista, provocada por la pérdida de elasticidad del cristalino y que dificulta ver nítido de cerca. Además, es un problema que se agrava con la edad, ya que el 95 por ciento de los españoles de más de 55 la padece.
Según ha explicado el responsable de I+D de esta entidad, el doctor Jaime Beltrán, el 97 por ciento de los pacientes reconoció estar "muy satisfecho" con el resultado de la operación y hasta un 99 por ciento de los casos admite que no ha vuelto a utilizar gafas, un porcentaje mucho mayor si se compara con el 78 por ciento de aquellos que fueron operados con láser.
Aunque el grado de satisfacción en pacientes operados con láser es también alto (en el 80% de los casos), el uso de lentes multifocales permite tener una "muy buena visión en los dos ojos tanto de lejos como de cerca", como ha añadido el director médico de la Clínica Baviera, el doctor Fernando Llovet. En cambio, en el láser se opera de manera distinta cada ojo para que uno esté preparado para la visión de cerca y otro para enfocar a una distancia mayor.
Ambas intervenciones son "rápidas" --duran unos 6 minutos--, son de tipo ambulatorio, lo que "permite al paciente salir andando de la consulta", y, aunque se debe estudiar cada paciente para decidir el uso de una técnica u otra, las lentes intraoculares han demostrado ser "las que más minimizan el uso de gafas".
Además, como explica, la intervención es "sencilla" porque "no hay que abrir el ojo como la gente se piensa", sino que se introduce mediante una inyección, con la que se extrae primero el cristalino del paciente para introducir el artificial, que se despliega y se coloca en su lugar.
Su uso se está incrementando progresivamente en detrimento del láser, ya que el número de intervenciones en 2009 duplicó a las del año anterior (2.125, frente a 1.282 en 2008), mientras que por contra las operaciones de láser presbicia decrecieron ligeramente en el mismo año, pasando de las 2.356 en 2008 a las 1.717 de 2009.
PREVIENE LAS CATARATAS
El láser, según ha apuntado el doctor Llovet, es "más idóneo" para quienes no tienen otro problema de visión añadido, como miopía o hipermetropismo, aunque una ventaja importante del uso de lentes intraoculares es que al introducir un cristalino artificial se previene la aparición de cataratas, causada por la opacificación total o parcial del cristalino.
De hecho, estas lentes se están empezando a utilizar en otras patologías a partir de un cierto número de dioptrías (cuatro en los hipermétropes y nueve en los miopes), con lo que se conseguiría impedir la aparición futura de cataratas y vista cansada.