MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los niños que fueron amamantados exclusivamente durante los primeros tres meses de vida tuvieron probabilidades significativamente más bajas de padecer eccema a los 6 años en comparación con sus compañeros que no fueron amamantados o fueron amamantados durante menos tiempo, según una investigación preliminar presentada durante la Reunión Anual de 2019 de la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología estadounidense.
El eccema es una afección crónica caracterizada por una picazón extrema en la piel que, al rascarse, se inflama y se cubre con ampollas que se agrietan fácilmente. Aunque los genes y el medio ambiente están implicados en esta enfermedad inflamatoria, muchas preguntas siguen sin respuesta, como la mejor manera de prevenirla. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) estadounidenses, los bebés amamantados tienen menores riesgos de desarrollar muchas enfermedades crónicas, como el asma y la obesidad.
"La evidencia de que ser amamantado exclusivamente protege a los niños contra el desarrollo de eccema más adelante en la vida sigue siendo variada", afirma la autora principal del estudio, Katherine M. Balas, asistente de investigación clínica en el Sistema Nacional de Salud Infantil de Estados Unidos. "Nuestro equipo de investigación está tratando de ayudar a llenar esa brecha de datos", añade.
Balas y sus colegas seleccionaron los datos recopilados en el Estudio de Prácticas de Alimentación Infantil II, un estudio longitudinal codirigido por los CDC y la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA, por sus siglas en inglés) de 2005 a 2007, así como el examen de seguimiento de 2012.
Este estudio realizó un seguimiento de las dietas de aproximadamente 2.000 mujeres embarazadas en su tercer trimestre y examinó las prácticas de alimentación durante el primer año de vida de sus bebés. Su investigación de seguimiento analizó los patrones de salud, desarrollo y alimentación de 1.520 de estos niños a los 6 años de edad.
Alrededor de 300 de los niños habían sido diagnosticados con eccema en algún momento de sus vidas, y el 58,5 por ciento de los niños de 6 años tenían eccema en el momento del seguimiento de los seis años de los CDC/FDA. Los niños con un estatus socioeconómico más alto o un historial familiar de alergias alimentarias presentaban mayores probabilidades de ser diagnosticados con eccema.
"Los niños que fueron amamantados exclusivamente durante tres meses o más tuvieron una probabilidad significativamente menor (proporción de probabilidades ajustada: 0.477) de padecer eccema continuo a los 6 años, en comparación con sus compañeros que nunca fueron amamantados o que fueron amamantados durante menos de tres meses --agrega Balas--. Aunque la lactancia materna exclusiva no puede evitar que los niños desarrollen eccema, puede evitar que experimenten brotes".