Ketamina no cumple expectativas: infusiones repetidas no mejoran la depresión hospitalaria

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Publicado: jueves, 23 octubre 2025 7:37

   MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

    El ensayo KARMA-Dep, que cuenta con la participación de investigadores de los Servicios de Salud Mental de St Patrick, Trinity College Dublin y Queens University Belfast, todos en Irlanda muestra que las infusiones repetidas de ketamina para el tratamiento de la depresión no revelaron ningún beneficio adicional al añadirla a la atención habitual en personas hospitalizadas por depresión. El artículo se publica en la revista 'JAMA Psychiatry'.

   La depresión ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud como una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial. Según el informe más reciente de la Junta de Investigación en Salud, en 2023 se registraron 15.631 ingresos de adultos a servicios psiquiátricos en Irlanda. Al igual que en años anteriores, los trastornos depresivos representaron la mayor proporción (alrededor del 24%) de todos los ingresos.

    Los estudios demuestran que alrededor del 30% de las personas con depresión no responden adecuadamente a los antidepresivos convencionales, que actúan principalmente sobre neurotransmisores monoamínicos, como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina. Por lo tanto, se necesitan nuevos tratamientos. Uno de estos tratamientos novedosos es la ketamina, un anestésico disociativo, administrada por vía intravenosa en dosis bajas subanestésicas. La ketamina funciona de forma diferente a otros antidepresivos y se cree que media sus efectos en el cerebro a través del glutamato, un mensajero químico.

    Se ha informado que las infusiones únicas de ketamina producen efectos antidepresivos rápidos, pero estos desaparecen en cuestión de días. No obstante, la ketamina se está adoptando cada vez más como tratamiento no autorizado para la depresión, a pesar de que la evidencia que respalda esta práctica es limitada. Una posibilidad es que las infusiones repetidas de ketamina puedan tener un beneficio más sostenido. Sin embargo, esto se ha evaluado hasta la fecha solo en un pequeño número de ensayos que han utilizado una condición de control adecuada para enmascarar los efectos disociativos evidentes de la ketamina, como la alteración de la conciencia y la percepción de uno mismo y del entorno.

    En este contexto, KARMA-Dep 2 es un ensayo dirigido por investigadores y financiado por la Junta de Investigación en Salud. Este ensayo aleatorizado se desarrolló para evaluar la eficacia, la seguridad, la rentabilidad y la calidad de vida de los antidepresivos durante y después de infusiones seriadas de ketamina, en comparación con midazolam, un fármaco psicoactivo de comparación. Los participantes del ensayo fueron aleatorizados para recibir hasta ocho infusiones de ketamina o midazolam, administradas durante cuatro semanas, además de todos los demás aspectos de la atención hospitalaria habitual.

    De esta forma, los resultados del ensayo revelaron que no se observaron diferencias significativas entre los grupos de ketamina y midazolam al final del tratamiento en el resultado principal del ensayo, que era una medición objetiva de la depresión. Esta se evaluó mediante la Escala de Depresión de Montgomery-*sberg (MADRS), de uso común.

    Tampoco se observaron diferencias significativas entre los dos grupos al final del tratamiento en una escala subjetiva de depresión, evaluada por el paciente. Esta se evaluó mediante la escala de autoinforme del Inventario Rápido de Síntomas Depresivos (QIDS-SR-16), de uso común.

   Asimismo, no se encontraron diferencias significativas entre los grupos de ketamina y midazolam en los resultados secundarios cognitivos, económicos o de calidad de vida. A pesar de los esfuerzos por mantener a los pacientes e investigadores del ensayo enmascarados sobre el tratamiento aleatorizado, la gran mayoría de los pacientes y evaluadores acertaron la asignación del tratamiento. Esto podría generar un mayor efecto placebo.

   Hablando sobre el impacto de los hallazgos, Declan McLoughlin, profesor de investigación de psiquiatría en el Trinity College de Dublín y psiquiatra consultor en St Patrick's Mental Health Services, comenta: "Nuestra hipótesis inicial era que las infusiones repetidas de ketamina en personas hospitalizadas con depresión mejorarían el estado de ánimo. Sin embargo, descubrimos que no era así. En rigurosos ensayos clínicos, la ketamina adyuvante no aportó ningún beneficio adicional a la atención hospitalaria habitual durante la fase inicial del tratamiento ni durante el período de seguimiento de seis meses. Las estimaciones previas de la eficacia antidepresiva de la ketamina podrían haber sido exageradas, lo que pone de relieve la necesidad de recalibrar las expectativas en la práctica clínica".

    Por su parte, la autora principal del estudio, la doctora Ana Jelovac, del Trinity College de Dublín, agrega: "Nuestro ensayo destaca la importancia de informar sobre el éxito, o la falta de él, del enmascaramiento en los ensayos clínicos. Especialmente en ensayos clínicos de terapias donde mantener el enmascaramiento es difícil, por ejemplo, la ketamina, los psicodélicos y las terapias de estimulación cerebral. Estos problemas pueden provocar un aumento del efecto placebo y resultados distorsionados que pueden exagerar los efectos reales del tratamiento".

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