Jugar con niños podría mejorar el bienestar mental de los mayores

Archivo - Abuela abrazando a su nieto con la mascarilla en la mano.
Archivo - Abuela abrazando a su nieto con la mascarilla en la mano. - ANDRESWD/ ISTOCK - Archivo
Publicado: miércoles, 12 julio 2023 7:24

MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un estudio realizado en una residencia de ancianos de Sudáfrica sugiere que los programas que promueven la interacción entre residentes y niños pueden aportar beneficios para la salud mental y podrían ayudar a controlar trastornos mentales comunes, como la ansiedad y la depresión, según publican sus autores en la revista de acceso abierto 'PLOS ONE'.

Investigaciones anteriores sugieren que en las residencias de ancianos a menudo no se diagnostican ni tratan trastornos mentales comunes. El tratamiento habitual de estos trastornos suele consistir en una combinación de medicación e intervenciones no farmacológicas.

Algunas pruebas sugieren que los programas que permiten a los adultos mayores interactuar regularmente con los niños pueden mejorar la salud mental, sin embargo, la mayoría de estas investigaciones se han llevado a cabo fuera de residencias de ancianos, y pocos estudios han abordado este tipo de programas en centros sudafricanos.

Para profundizar en el conocimiento de los posibles beneficios de las interacciones intergeneracionales, Elizabeth Jane Earl y Debbie Marais, de la Universidad de Stellenbosch (Sudáfrica),realizaron un estudio en una residencia de ancianos de Sudáfrica donde los residentes pueden interactuar regularmente con los niños que asisten a un centro preescolar.

Las actividades incluyen jugar, hacer puzzles, leer o cantar con los niños. El programa está en consonancia con una filosofía de atención a las personas mayores denominada Alternativa Edén, que pretende minimizar los factores que contribuyen a la ansiedad y la depresión.

Los investigadores invitaron a las residentes a rellenar un cuestionario en el que se evaluaban sus niveles de ansiedad y depresión y se les pedía que describieran sus experiencias con los niños. Participaron diez mujeres, cuatro de las cuales presentaban ansiedad, depresión o ambas. Todas las mujeres tuvieron alguna interacción con los niños en edad preescolar, aunque algunas más que otras.

En general, las participantes relataron experiencias positivas con los niños. El análisis de sus respuestas sugirió que las interacciones promovían un sentido de pertenencia y propósito, recuerdos afectuosos de su propia infancia y efectos positivos sobre el estado de ánimo y las emociones. Los participantes tenían distintas ideas preconcebidas sobre los niños, lo que podría haber influido en sus experiencias individuales con el programa.

Sobre la base de estos resultados, los investigadores concluyen que los programas de interacción intergeneracional tienen el potencial de ayudar a gestionar las condiciones de salud mental comunes para los residentes de residencias de ancianos. Esbozan recomendaciones para poner en práctica tales programas y piden que se realicen estudios más amplios para explorar más a fondo los beneficios potenciales.

"Las interacciones con los niños promueven un sentido de pertenencia y propósito, evocan reminiscencias e influyen positivamente en el bienestar mental de las personas mayores", concluyen.