MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
La profesora del área de Psicología de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de UIC Barcelona y psicóloga colaboradora en Support - Clínica Universitaria de Psicología y Psiquiatría de UIC Barcelona, Claudia López Madrigal, asegura que la salud mental ya no es un tema tan tabú entre los más jóvenes como lo era antes, que "han normalizado ir al psicólogo" o "hablar emocionalmente de lo que les pasa".
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra este martes, 10 de octubre, la experta insiste en que para este colectivo "forma parte de sus vidas hablar de lo que les pasa", mientras que en el caso de la gente más mayor "es distinto" porque "su experiencia parte de unas condiciones históricas y sociales diferentes".
La psicóloga apunta que en los últimos años se ha producido un avance en la atención a la salud mental y que las instituciones, tanto públicas como privadas, "están haciendo muchos esfuerzos". No obstante, en su opinión, "éstos no son suficientes y queda mucho por hacer a nivel individual, social e institucional".
Para la especialista, la atención a la salud mental debería replantearse y centrarse en la prevención y la promoción. "El paradigma que sigue predominando en la sociedad y en los sistemas de salud es aquel que está enfocado en la enfermedad y en el diagnóstico, y no en la prevención y la promoción de la salud mental", afirma.
En un momento en el que las cifras de trastornos mentales son "cada vez peores", la profesora de UIC Barcelona insta a pedir ayuda en caso de sentirse mal, a cultivar las relaciones cercanas, disfrutar de una actividad, cuidar el sueño y seguir unos hábitos saludables de alimentación y ejercicio físico. Además, ha animado las familias a "educar en la adversidad y a aprender a ver lo que incomoda como una herramienta para ser mejores".
Aunque considera que los problemas de salud mental son un fenómeno multifactorial y que sería "reduccionista" culpar de ellos a las redes sociales. Así, recuerda la relación "evidente" entre el uso del móvil y la reducción en las horas de sueño, por lo que ha recomendado "establecer horarios para el uso de pantallas".
"Se debería desconectar del móvil como mínimo una hora antes de ir a dormir, evitar que sea lo primero que uno ve al despertar y configurarlo para que no moleste cuando se está estudiando o conviviendo con amigos", concluye.
