MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
Fumar aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco importante en todas las edades, tanto en hombres como en mujeres, pero las fumadoras tienen un riesgo significativamente mayor en comparación con los hombres, especialmente en las menores de 50 años, según un estudio publicado en el 'Journal of the American College of Cardiology'. A pesar del mayor riesgo, los fumadores pueden reducir su riesgo como si nunca hubieran fumando en tan solo un mes después de dejar de fumar.
La enfermedad cardíaca es la causa de muerte número 1 para mujeres y hombres en todo el mundo, y el infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST (STEMI, por sus siglas en inglés) es una de las formas de enfermedad cardíaca que más amenaza la vida. A veces, el STEMI se denomina ataque cardíaco importante y es causado por un bloqueo completo de una de las arterias coronarias principales.
Fumar es un factor de riesgo para las enfermedades del corazón y los investigadores han identificado previamente que fumar es la causa de STEMI en casi el 50 por ciento de todos los casos. Sin embargo, ninguno ha cuantificado y comparado la incidencia de STEMI asociada con fumar entre los dfistintos géneros y dentro de diferentes grupos de edad.
En una investigación dirigida por la Sheffield Teaching Hospitals NHS Foundation Trust en asociación con la Universidad de Sheffield, los autores intentaron evaluar el tabaquismo como un factor de riesgo independiente para STEMI y determinar las diferencias en el riesgo entre grupos de edad y género.
Utilizaron un estudio de cohorte ecológico retrospectivo para recopilar datos de todos los pacientes en la región de South Yorkshire del Reino Unido que presentaron STEMI agudo entre enero de 2009 y julio de 2014, que incluyó 3.343 casos. El porcentaje de fumadores actuales fue similar entre los sexos, con el 46,8 por ciento de las mujeres y el 47,6 por ciento de los hombres.
Encontraron que fumar aumenta el riesgo de STEMI en todos los pacientes, independientemente de la edad o el sexo; sin embargo, el riesgo es mayor en las mujeres en comparación con los hombres en todas las edades. La mayor diferencia de riesgo relativo entre hombres y mujeres fumadoras fue en el grupo de 50 a 64 años, pero el mayor aumento de riesgo en ambos sexos fue en el grupo de 18 a 49 años, el grupo más joven. Las mujeres fumadoras en este grupo de edad tenían un riesgo 13 veces mayor de STEMI en comparación con sus mujeres contemporáneas que no fuman. Los fumadores varones jóvenes tenían un riesgo 8,6 veces mayor.
Los autores del estudio propusieron varias razones posibles por las que fumar conlleva un riesgo mayor de STEMI para las mujeres, incluido el hecho de que fumar puede disminuir los niveles de estrógeno en sangre.
Los estrógenos, que desde hace tiempo se sabe que tienen efectos protectores contra la aterosclerosis, se inhiben en las mujeres fumadoras. Además, se ha encontrado que los hombres tienen arterias coronarias más grandes que las mujeres, lo que significa que la inflamación crónica provocada por el hábito de fumar puede llevar a un mayor grado de estrechamiento arterial en las mujeres que en los hombres, ya que sus arterias son más estrechas. Varias otras afecciones vasculares son más frecuentes en pacientes con STEMI femeninas, como vasoespasmo, vasculitis y disección espontánea de la arteria coronaria.
Sin embargo, los investigadores también encontraron que es posible revertir sustancialmente el riesgo al dejar de fumar. "Nuestro estudio encontró que el abandono del hábito de fumar, independientemente de la edad o el sexo, reduce el riesgo de STEMI al de alguien que nunca ha fumado, posiblemente en el plazo de un mes", explica Ever Grech, autor principal del estudio y consultor cardiólogo intervencionista y líder de TAVI en South Yorkshire Cardiothoracic Center en Sheffield--. Los pacientes que fuman merecen un estímulo para abandonar su hábito, y este estudio incorpora nueva evidencia a los enormes beneficios de hacerlo".
Los investigadores también especularon que, dado que un estudio anterior había demostrado que los médicos percibían que la enfermedad de la arteria coronaria en los hombres era más importante que en las mujeres, el asesoramiento profesional sobre el abandono del hábito de fumar podría diferir entre los géneros si se considera que fumar es un riesgo cardíaco menor para las mujeres.