MADRID 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
Más de la mitad de los jóvenes españoles creen que puede estar justificada el uso de la violencia "en algunos casos", principalmente en defensa propia o de un familiar y en casos "extremos", según un estudio de la Fundación Pfizer presentado durante el VI Foro de Debate Social. Un 8 por ciento asegura haber sufrido maltrato psicológico a través del móvil.
El informe 'Juventud y violencia', realizado a 800 chicos y chicas españoles de entre 12 y 18 años, así como a sus padres y a 200 profesores de ESO y Bachillerato, advierte de la alarma social sobre la violencia en la juventud española actual que "es cada vez mayor". En ese sentido, señala que la sociedad está preocupada por casos de violencia juvenil como el acoso escolar, el aislamiento social en la escuela, la violencia contra las personas o las cosas, la coacción u otros tipos de conductas.
El director de la Fundación Pfizer, Francisco J. García, ha indicado que "tres de cada cuatro jóvenes consideran que los comportamientos agresivos o violentos son bastante habituales en la sociedad española actual". Además, ha advertido de que "estos comportamientos se producen más los fines de semana (así lo cree el 77,5% de los encuestados) y, respecto a en qué ambientes se desarrollan, destacan que son más frecuentes en el entorno escolar y en sus lugares de ocio, y menos o nada habituales en el ámbito familiar donde viven, o en redes sociales de Internet".
Por otro lado, el informe señala que, en lo que respecta a las causas de esta violencia, los jóvenes apuntan como los principales factores que pueden influir en la agresividad juvenil el consumo de alcohol y drogas (el 87,4%) y el haber vivido comportamientos violentos (81,2%). Asimismo, destaca que cuando presencian situaciones agresivas, el 37,6 por ciento de los jóvenes afirma evitar participar en la misma, el 14,4 intenta "acudir al diálogo", el 11,8 ayudar a la víctima, el 9,5 enfrentarse al agresor y el 8,9 pedir ayuda externa.
Asimismo, muestra que un 8,1 por ciento de los jóvenes menciona haber sufrido algún tipo de maltrato psicológico a través del teléfono móvil, y el 11,6 por ciento, a través de Internet, en ambos casos, la mayor parte de las veces por desconocidos. Sin embargo, sólo la mitad de los padres de los jóvenes que mencionan este maltrato ha tenido conocimiento de esta situación.
Dentro del ámbito escolar, un 75,1 por ciento de los jóvenes responde que conoce a algún compañero que haya sido alguna vez insultado, amenazado o acosado por otros alumnos, incluso un 54,9 por ciento manifiesta que este tipo de acciones han llegado a desembocar en la agresión física. Por el contrario, García ha advertido de que "más del 60% de los docentes afirma conocer a algún compañero que ha sufrido daños materiales o amenazas directas por parte de alumnos".
LA VIOLENCIA DE GÉNERO "HABITUAL"
Por otro lado, en lo referente a violencia de género, llama la atención que tres de cada cuatro jóvenes entrevistados considera que los casos de violencia de género son bastante habituales en la sociedad española actual. "El 54,4 por ciento opina que se dan ahora más que en el pasado", ha asegurado García. Al respecto, uno de cada seis jóvenes manifiesta haber sido testigo de algún caso de violencia de género en los ambientes en los que se mueve (16,7%), cifra algo inferior en sus círculos de compañero (11,6%) y prácticamente testimonial a nivel familiar (2,3%).
Asimismo, una gran mayoría de los profesores encuestados coincide en opinar que la sociedad española ha ido convirtiendo a la escuela en la principal responsable de la educación, desarrollo y socialización de los jóvenes, por encima de las propias familias (93,5%). Además, señala que, normalmente, los casos graves de violencia escolar suceden fuera del recinto escolar (81,8%), y que éstos han aumentado en los últimos años (70,6%).
En ese sentido, el profesorado considera que, en cuanto a la intervención ante este tipo de comportamientos violentos o agresivos en la escuela, no cuentan con suficiente legitimidad y autoridad ante padres y alumnos (74,8%). Así, el comportamiento de los padres de alumnos conflictivos -a juicio de los profesores- acostumbra a ser en defensa y en apoyo de su hijo (59,5%), frente a una minoría (32,7%) que ofrece su apoyo al centro escolar y a su profesorado.