MADRID 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
Fumar después de sufrir una apoplejía triplica el riesgo de muerte, según ha evidenciado un estudio del Hospital San Filippo Neri de Roma (Italia). Los resultados del mismo han sido presentados durante el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés) que se está celebrando en Munich (Alemania).
De esta forma, los pacientes que retoman el hábito tabáquico una vez superado un accidente cerebrovascular tienen el triple de posibilidades de fallecer que un enfermo que no fume. Así lo atestigua el director de este trabajo y doctor de este centro hospitalaria italiano, el profesor Colivicchi, que señala también que "las posibilidades se incrementan en dos veces más si se vuelve a fumar en pocos días".
En este sentido, el galeno subraya que dejar de consumir cigarrillos tras sufrir un accidente cerebrovascular isquémico agudo "puede ser más eficaz que cualquier medicamento en la reducción del riesgo de eventos adversos". Por lo menos, de esta manera ha sido observado tras realizar un seguimiento activo a 921 pacientes declarados fumadores antes de ingresar en el hospital.
De ellos, un 53 por ciento volvió a fumar con regularidad un año después de abandonar las instalaciones hospitalarias, lo que produjo que 89 personas fallecieran por esta causa. Por ello, considera que los profesionales de la salud "deben hacer un amplio enfoque a largo plazo; incluyendo el asesoramiento individual, el apoyo tras el alta y el tratamiento farmacológico".