MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El 45 por ciento de los supervivientes a un cáncer sufren problemas físicos y mentales años después de terminar su tratamiento, según una investigación realizada por el Macmillan Cancer Support y la Queen's University de Belfast, en Irlanda del Norte. Este estudio, el primero de su naturaleza que se realiza en Irlanda del Norte, descubrió también que estos supervivientes y sus cuidadores eran más propensos a visitar los servicios de salud que la población general.
El trabajo se centró en analizar los denominados 'efectos tardíos' del cáncer y de su tratamiento, entre los que se incluyen los daños nerviosos, el linfoedema, el cansancio extremo, los problemas de memoria y la depresión severa.
Así descubrieron también que el 40 por ciento de los supervivientes aun cáncer dicen tener necesidades socio-sanitarias insatisfechas. Por su parte, los cuidadores eran tan propensos a reconocer que tenían una salud física y mental pobre como los propios pacientes que superaron un tumor.
Los investigadores constataron que las personas que habían padecido un cáncer realizaron más visitas al hospital y más enfermedades que la población general varios años después de concluir su tratamiento.
Dado que el número de personas diagnosticadas con cáncer se podría multiplicar para 2030, Macmillan señala que su estudio ofrece pruebas de las iniciativas que deberán tomarse para transformar los sistemas de salud ante la nueva situación.
Según el director general de Macmillan Cancer Support en Irlanda del Norte, Heather Monteverde, "los pacientes están viviendo más tiempo tras ser diagnosticados de cáncer debido a la detección temprana, al 'screening' y a los mejores tratamientos". "Sin embargo --indica--, este informe muestra que muchos supervivientes continúan teniendo peor salud tras terminar su tratamiento".
La investigación ha descubierto que estos supervivientes reconocían tener peores valoraciones de su salud y de su bienestar que aquellos pacientes que no han tenido un cáncer, tanto a nivel físico como a nivel mental o social. Uno de cada cuatro supervivientes dijo necesitar un cuidado más coordinado, mientras que el 21 por ciento de la muestra reclamó más apoyo para manejar la ansiedad que les producía una posible recaída.
Ha comprobado también que el 25 por ciento de los cuidadores pasan más de 22 horas a la semana proporcionando esta atención, durante varios años después de que los pacientes finalizaran su tratamiento.