MADRID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
En realidad lo que se denomina ir "con el piloto automático puesto" es una distracción del conductor por diversos motivos, según han asegurado desde el Servicio de Neurorrehabilitación de Hospitales Vithas en Valencia y Sevilla. Aunque tres de cada cuatro conductores admiten haber conducido así, en realidad se trata de una desatención de esta tarea, que exige total atención constante.
Según explica la directora clínica de Neurorhb, Servicio de Neurorrehabilitación de Hospitales Vithas en Valencia y Sevilla, Belén Moliner, además de las capacidades motoras para manejar los mandos del automóvil, se necesita "ver para percibir el entorno, memoria para recordar las normas de circulación y las señales y agilidad en la velocidad de procesamiento para reaccionar rápido ante un imprevisto".
Para realizar una conducción consciente es importante tener en cuenta tres tipos de atención, "la sostenida para mantenerse alerta durante trayectos que pueden ser largos y aburrido, la selectiva para atender a la información relevante para la conducción y la dividida para controlar al mismo tiempo lo que pasa delante de nosotros, las señalizaciones de la carretera, los espejos retrovisores, la marcha adecuada a la velocidad y todo ello mientras conversamos con nuestro copiloto o escuchamos la radio", ha especificado.
Moliner ha indicado que al volante es importante que se sea "plenamente conscientes de nuestro estado psicofísico y emocional para detectar e interpretar correctamente los signos de fatiga o falta de concentración que puedan menguar nuestras capacidades".
NO ESTAR ATENTO AL MÓVIL O GPS
Según el director de Neurorhb, Joan Ferri, gracias a una mayor concienciación y a mejores medidas de seguridad, año tras año, las cifras recientes ofrecen datos mucho más positivos que reflejan una menor siniestralidad y consecuencias menos graves.
Aunque, en estas fechas, "siempre que se habla de accidentes de tráfico suele hacerse para referirse a las cifras de mortalidad", ha indicado el especialista.
En este sentido, cifras que representan solo una parte del grave impacto que suponen los accidentes, que son en la actualidad la causa más frecuente de traumatismo craneoencefálico (TCE) y constituyen aproximadamente el 75 por ciento de los casos de daño cerebral adquirido y suelen generar una discapacidad severa, no solo para la persona afectada sino para todo su entorno, ha especificado.
"No estar pendiente del teléfono móvil o el GPS, evitar pensar en las tareas que debemos desarrollar al volver a casa o al trabajo, no darle vueltas a cosas que nos han pasado o a problemas personales que tengamos e intentar mantener constantes todos nuestros tipos de atención durante todo el recorrido", ha indicado Moliner.