Investigan si los factores de riesgo de infarto afectan de distinta manera a hombres y mujeres jóvenes

Jóvenes
UCLM
Actualizado: lunes, 3 septiembre 2012 13:37

MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -

El estudio IMJOVEN, que forma parte del proyecto Virgo, y en el que participa el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), tratará de comprobar si los factores de riesgo de un infarto influyen de forma distinta en el fenotipo y el genotipo de hombres y mujeres jóvenes.

Así, según el coordinador de Cardiología Clínica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, el doctor Héctor Bueno, principal encargado de la parte clínica de la investigación, cuando los datos del estudio estén disponibles, se podrá ver si los factores de riesgo influyen de forma distinta en el fenotipo y genotipo de las mujeres jóvenes. "Así se podrían hacer medidas de prevención específicas para mujeres jóvenes", precisa.

Asimismo, los hallazgos podrían servir para que las jóvenes que lleguen con síntomas de infarto de miocardio a un centro hospitalario sean atendidas con un protocolo específico para su sexo, de forma que varíe el manejo de la atención de la fase aguda. "Si se confirma que la evolución del infarto en la mujer joven es distinta en todos los sentidos, estudiará si requieren de una atención específica", concreta.

Para el director del CNIC, el doctor Valentín Fuster, la parte genética dará pistas importantes sobre cómo afectan específicamente a la mujer los distintos factores de riesgo cardiovascular. Por tanto, considera que este tipo de estudios son buenos para llamar la atención sobre un problema que, a su juicio, está tradicionalmente infravalorado en la población femenina. "Las mujeres son más estoicas y aguantan más hasta que van al médico; con este tipo de trabajos se puede conseguir que la mujer preste más atención a los síntomas", subraya.

Por su parte, la directora de la Unidad de Genómica del CNIC, la doctora Ana Dopazo, explica que lo más dificil del trabajo ha sido la reclutación de pacientes --357 mujeres afectadas por un infarto agudo de miocardio (IAM) para compararlas con 170 hombres jóvenes también con la patología-- y el consentimiento para que dieran muestras de sangre, una fase que está practicamente acabada.

"En la actualidad, estamos trabajando en la recogida de muestras de personas sanas, que constituirán el grupo control", añade esta experta, quien destaca que además del ADN se ha extraído el ARN de la sangre de las participantes. "Nuestra idea es hacer un estudio del perfil de expresión génica y de los microARNs de los participantes, para ver diferencias entre hombres y mujeres y/o entre sanos y enfermos", explica.

El doctor Bueno señala que, tras el seguimiento a 30 días, los datos se presentarán en la reunión anual de la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA), que tendrá lugar en noviembre en Los Ángeles (Estados Unidos). Sin embargo, la parte de análisis genético tendrá que esperar algo más ya que, según Dopazo, las muestras del grupo control se tendrán de recoger para final de año y sería a finales de 2013 cuando el análisis estaría listo.

ABARATAMIENTO DE LA TECNOLOGÍA

No obstante, esta experta considera que, gracias a este retraso, la tecnología se ha abaratado y ha avanzado mucho. "En un principio se pensaban utilizar sólo 'microarrays', pero ahora se podrán hacer todos los polimorfismos, prácticamente llevar a cabo un análisis de genoma completo utilizando secuenciación de nueva generación", señala.

En general, las hormonas protegen a la mujer del infarto y otras patologías cardiovasculares. Por esta razón, este tipo de eventos cardiológicos son muy raros en mujeres que aún no han alcanzado la menopausia. Sin embargo, en caso de que se produzca, el pronóstico de las pacientes parece ser peor que el de sus homólogos masculinos.

Por este motivo, con el objetivo de confirmar esta desigualdad e intentar descifrar las causas y las posibles aplicaciones prácticas de las mismas, el investigador de la Universidad de Yale Harlan M. Krumholz puso en marcha, en 2008, el estudio Virgo, en el que participa también la sección de Cardiopatía Isquémica de la Sociedad Española de Cardiología, la Red Temática de Investigación Cooperativa en Enfermedades Cardiovasculares (RECAVA) o la red HERACLES de investigación cardiovascular.