MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de Michigan y de Glanbia PLC Research and Development (Estados Unidos) han colaborado para investigar las propiedades antivirales de la proteína de la leche de vaca contra varias variantes del SARS-CoV-2.
La proteína en cuestión es la lactoferrina, que se encuentra en la leche de la mayoría de los mamíferos. La lactoferrina bovina, procedente de la leche de vaca, tiene características bioactivas contra muchos microbios, virus y otros patógenos, y se ha comprobado que inhibe la infección por el SARS-CoV-2 en condiciones experimentales al bloquear la capacidad del virus de entrar en las células diana, así como al apoyar los mecanismos de defensa antivírica de las células.
"La lactoferrina bovina ha demostrado su actividad antiviral en ensayos clínicos con humanos. Por ejemplo, se ha demostrado que la lactoferrina bovina administrada por vía oral mejora la gravedad de las infecciones virales, incluidos el rotavirus y el norovirus. Dada la amplia eficacia y seguridad antivirales, los mínimos efectos secundarios y la disponibilidad comercial de la lactoferrina bovina, varios trabajos de revisión han sugerido su uso como tratamiento preventivo o posterior a la exposición a la infección por SARS-CoV-2", afirma el investigador principal, Jonathan Sexton, del Departamento de Medicina Interna de la Universidad de Michigan.
Con el objetivo de mejorar la relevancia clínica y la traducibilidad, este trabajo, publicado en la revista científica 'Journal of Dairy Science', probó la lactoferrina bovina contra algunas de las variantes más comunes del SARS-CoV-2 que preocupan en todo el mundo, incluyendo la variante WA1 representativa del brote de Estados Unidos en 2020, las variantes B.1.1.7, B.1.351 y P.1, y la variante Delta.
Sexton explica que "cada una de estas variantes incluye modificaciones en la proteína de la espiga del SARS-Cov-2 que reducen la eficacia de las vacunas recién producidas". "Además, cada una de estas cepas muestra una neutralización reducida por los sueros de vacunación", añade.
Los objetivos del equipo para este estudio eran ampliar la observación de la potente eficacia in vitro contra el SARS-CoV-2 que ha demostrado la lactoferrina bovina con un examen más minucioso, así como examinar los productos lácteos disponibles en el mercado en busca de actividades antivirales, que pueden verse reforzadas por la presencia de otros ingredientes además de la lactoferrina.
Por último, investigaron si la dextrosa y el sorbitol, utilizados habitualmente en la fabricación de comprimidos para medicamentos orales, interferirían en la capacidad de la lactoferrina bovina para inhibir el SARS-CoV-2.
Los investigadores descubrieron que la lactoferrina bovina era eficaz contra todas las cepas que se probaron in vitro, y esperan que también tenga actividad contra otras cepas emergentes. Los demás componentes de los productos lácteos comerciales no parecían ofrecer protección antiviral, lo que confirma que la eficacia de estos productos parece depender totalmente de la lactoferrina bovina.
Además, el equipo descubrió que la dextrosa y el sorbitol no reducían la eficacia de la lactoferrina bovina contra el SARS-CoV-2, lo que sugiere la viabilidad de desarrollar una píldora anti-COVID.
Un beneficio clave de la amplia eficacia antiviral de la lactoferrina es su potencial para la prevención o el tratamiento de enfermedades emergentes.
"Esto es especialmente importante cuando las opciones de tratamiento son limitadas, o cuando las opciones de tratamiento son demasiado costosas para su uso generalizado. Una terapia disponible por vía oral que cubra las cepas emergentes sería ideal para tratar el SARS-CoV-2 en zonas sin vacunación generalizada o si las nuevas cepas escapan a la vacuna", subraya Sexton.
Aunque se necesitan trabajos futuros para comprender plenamente el potencial antiviral de la lactoferrina bovina en un entorno clínico, este estudio 'in vitro' representa una promesa para otra táctica en la lucha contra la pandemia mundial de COVID-19.