En la investigación se han tomado como muestra 156 partos producidos en el Hospital Universitario de la Plana entre 2015 y 2016.
VALÈNCIA, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
El profesor de la Facultad de Enfermería y Podología de la Universitat de València (UV) y enfermero especialista en Obstetricia y Ginecología en el Hospital Universitario de la Plana, Javier Orenga, ha participado en un estudio para determinar cuál es el mejor momento para pinzar el cordón umbilical de los neonatos, así como su relación entre el momento en el que se ejecuta el pinzamiento y los depósitos de hierro en el lactante y su madre.
En el trabajo, dirigido por Orenga y el pediatra Pasqual Gregori, se han comparado los efectos de un pinzamiento precoz (antes del minuto de vida) con los del pinzamiento tardío (después del primer minuto de vida), y se ha tenido en cuenta la repercusión que ese momento puede tener sobre los depósitos de hierro tanto para la madre como para el bebé, según ha informado la institución académica en un comunicado.
El estudio aporta evidencias sobre el momento óptimo para el pinzamiento del cordón umbilical --que en condiciones normales se encuentra alrededor de los 3 minutos de vida--. Los investigadores apreciaron en el neonato la ausencia de complicaciones y el aumento de los depósitos de hierro, hecho que reduce el riesgo de anemia en la época lactante.
En cuanto a la madre, la investigación reporta efectos asociados a su salud hematológica, la satisfacción con el parto y la mejor adherencia a la lactancia.
Actualmente, si el pinzamiento se realiza cuando el cordón umbilical deja de latir --puede ocurrir más allá de los tres minutos--, no se evidencia ninguna complicación materna o neonatal. A su vez, no existe ninguna evidencia científica que justifique, en general, el pinzamiento precoz como práctica de mayor beneficio para el neonato o para su madre.
Asimismo, el estudio considera importante demorar la ligadura hasta el primer minuto de vida como mínimo, ya que provoca un aumento en la reserva de hierro y para contribuir a una transición natural del neonato hacia la vida extrauterina. No obstante, durante la investigación no se reportó ningún lactante, a los seis meses de vida, con anemia ferropénica que necesitara suplemento de hierro.
"La costumbre milenaria ha sido ligar el cordón umbilical minutos después del nacimiento, en general, cuando cesaban las pulsaciones, una situación que suele ocurrir entre uno y tres minutos después del nacimiento. Transcurridos varios siglos, probablemente con el inicio de la medicina científica en la segunda mitad del XVIII, empezó a promoverse la ligadura del cordón en los primeros segundos de vida", explica Gregori.
Según la UV, la controversia todavía persiste en la práctica clínica actual, por lo que el objetivo del trabajo ha sido evaluar la relación entre el tiempo de ligadura temprana/demorada, con la morbilidad secundaria neonatal, los depósitos de hierro en el neonato y el lactante y la descripción de los efectos maternos asociados a esta intervención.
La investigación se recoge en la publicación 'Influencia del tiempo de ligadura del cordón umbilical en la morbilidad secundaria neonatal, los depósitos de hierro en el neonato y lactante, y efectos maternos asociados', que recorre la historia de la ligadura de cordón umbilical.
156 PARTOS
En el trabajo se han analizado los partos de un total de 156 mujeres embarazadas, asignadas de forma aleatoria a uno de los dos grupos de estudio (pinzamiento temprano/pinzamiento tardío). Todas ellas finalizaron su gestación en el Hospital Universitario de la Plana entre marzo de 2015 y diciembre de 2016.
Los controles a los neonatos se realizaron en el momento del postparto, en los primeros 28 días de vida y a los 5 o 6 meses.
En la investigación han colaborado también el jefe de Pediatría del Hospital La Fe de València, Emilio Monteagudo; la doctora en Bioquímica de la Universidad CEU Cardenal Herrera, Paula Sánchez; y la doctora de la Universidad Nacional de la Patagonia, María Angélica Fajardo.