MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) y una empresa derivada de la universidad, APIM Therapeutics, han desarrollado un prometedor fármaco contra el cáncer dirigido exclusivamente a las células cancerosas.
La NTNU se ha encargado de la investigación básica y APIM Therapeutics ha utilizado la investigación básica para desarrollar el medicamento para lo que han sido necesarios 18 años y más de 20 millones de euros.
El medicamento se ha probado en 20 pacientes con cáncer terminal que ya habían probado todos los tratamientos disponibles y, como último recurso, optaron por probar una nueva opción que estaba en fase experimental. Los ensayos tuvieron lugar en Australia, donde hay clínicas especializadas en probar nuevos medicamentos.
Los resultados de estos ensayos, que han sido publicados en la revista de investigación sobre el cáncer 'Oncogene', muestran que el 70 por ciento de los pacientes que probaron el medicamento se encontraban estables al cabo de seis semanas. Doce continuaron con la medicación y se mantuvieron estables durante 18 semanas. Y una mujer tomó la medicación durante 17 meses y permaneció estable durante más de dos años.
Estos datos revelan que, con este medicamento, el cáncer dejó de crecer. El objetivo de las pruebas realizadas en Australia no era principalmente comprobar si el medicamento funcionaba, sino determinar si era tóxico para los seres humanos y comprobaron que no lo era. En experimentos de laboratorio y con animales ya se había demostrado que el medicamento mantenía el cáncer controlado y lo vencía.
El nuevo medicamento se llama ATX-101 y solo actúa sobre las células cancerosas estresadas, dejando a un lado al resto de células sanas del organismo, al contrario que otros tratamientos como la quimioterapia.
En este sentido, la catedrática de medicina molecular en la NTNU y autora principal del estudio, Marit Otterlei, explica que "la quimioterapia afecta a todas las células, incluidas las normales, como las de los folículos pilosos, por lo que afecta a todo el cuerpo y tiene muchos efectos secundarios, como la caída del cabello". Por ello, una de las diferencias de este medicamento con otros tratamientos es que los enfermos de cáncer evitan perder el pelo.
"ATX-101 puede utilizarse como único tratamiento. Puede estabilizar el cáncer, como demuestran los estudios publicados recientemente, pero el medicamento también puede ayudar a que la quimioterapia funcione aún mejor, de modo que no sea necesario administrar tanta", afirma Otterlei.
El desarrollo del fármaco ha entrado en la fase dos tras superar las pruebas realizadas en Australia (fase 1) que debían demostrar que el medicamento no era tóxico. En la fase dos deben comprobar la eficacia del medicamento, tarea que ya está en marcha.
El medicamento se probará ahora en Estados Unidos en pacientes con sarcoma, un tipo de cáncer del tejido conjuntivo. En Australia, se probará en pacientes con cáncer de ovario. Ambos ensayos clínicos se realizan en combinación con quimioterapia.
No obstante, aunque los resultados de los ensayos han sido buenos, Otterlei insiste en que "aún queda mucho por recorrer" ya que, "muchos medicamentos pueden funcionar pero no llegan a desarrollarse porque la industria farmacéutica no acepta proyectos de los que no pueda obtener beneficios".