MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres con niveles más altos de vitamina D en su sangre después de un diagnóstico de cáncer de mama tuvieron resultados significativamente mejores a largo plazo, según una nueva investigación de Kaiser Permanente y 'Roswell Park Cancer Institute', cuyos detalles se revelan en un artículo publicado este jueves en la edición digital de 'JAMA Oncology'.
La vitamina D es un nutriente más conocido por su papel en el mantenimiento de huesos sanos, pero la deficiencia de vitamina D se ha asociado con el riesgo de varios tipos de cáncer. Las fuentes comunes de vitamina D incluyen la exposición al sol, aceites de pescado graso, suplementos vitamínicos y leches y cereales fortificados.
Aunque los mecanismos de cómo la vitamina D influye en los resultados del cáncer de mama no se entienden bien, los investigadores creen que puede estar relacionado con su papel en promover el desarrollo normal de células mamarias e inhibir la reproducción y promover la muerte de las células cancerosas.
"Vimos que las mujeres con los niveles más altos de vitamina D tenían una probabilidad aproximadamente un 30 por ciento mayor de supervivencia que las mujeres con los niveles más bajos de vitamina D", resume el autor principal del trabajo, Lawrence H. Kushi, científico investigador de la División de Investigación del Norte de California de Kaiser Permanente
El estudio actual incluyó a 1.666 miembros del estudio Pathways que proporcionaron muestras entre 2006 y 2013. Con fondos del Instituto Nacional del Cáncer, el estudio Pathways comenzó a inscribir a miembros de Kaiser Permanente en el norte de California que tenían un diagnóstico de cáncer de mama invasivo en 2006.
Las participantes proporcionaron muestras de sangre dentro de los dos meses de diagnóstico y contestaron preguntas sobre dieta, estilo de vida y otros factores de riesgo, con un seguimiento por parte de los investigadores a los seis meses y a los dos, cuatro, seis y ocho años.
LOS MEJORES RESULTADOS, EN LAS PREMENOPÁUSICAS
"Con las extremadamente ricas fuentes de datos de un gran tamaño de muestra, pudimos analizar prospectivamente tres resultados principales del cáncer de mama: recurrencia, segundo cáncer primario y muerte", explica el autor principal del estudio, Song Yao, profesor asociado de Oncología en el 'Roswell Park Cancer Institute', ubicado en Buffalo, Nueva York, y socio en el estudio Pathways.
"También fuimos capaces de ajustar por múltiples posibles factores que podrían influir en los niveles de vitamina D --relata Yao-- como la edad, la obesidad, la raza y la etnia, el estatus socioeconómico y varias características tumorales que se sabe que influyen en los resultados del cáncer de mama, con el fin de asegurar que los efectos que observamos eran independientes de estos factores".
Además de menor mortalidad general entre todas las sobrevivientes de cáncer de mama estudiadas, los científicos hallaron asociaciones aún más fuertes entre las mujeres premenopáusicas en el tercio más alto de los niveles de vitamina D para cáncer de mama específico (63 por ciento mejor), sin recurrencia (48 por ciento mejor) y supervivencia libre de enfermedad invasiva (42 por ciento mejor), durante un seguimiento medio de siete años.
Aunque el estudio no examinó los efectos de la ingesta de vitamina D a partir de los alimentos frente a los suplementos, Kushi señala que el trabajo respalda los niveles diarios recomendados de vitamina D (600 IU para las mujeres de 1 a 70 años y mujeres embarazadas o lactantes y 800 IU para las mayores de 71 años).
"Cuanto más sabemos acerca de la vitamina D, más entendemos que puede desempeñar un papel clave en la prevención del cáncer y el pronóstico --resalta Kushi--. Este estudio se suma a la evidencia de que la vitamina D es un nutriente importante".