VALENCIA 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto de Biomedicina de Valencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han dado un paso más en la comprensión de la enfermedad neurodegenerativa denominada Charcot-Marie-Tooth al caracterizar una de sus variantes, según ha informado este viernes el CSIC en un comunicado.
Los resultados de esta investigación se publican esta semana en la prestigiosa revista estadounidense Journal of Biological Chemistry. Los investigadores han conseguido caracterizar una de las variantes de la enfermedad utilizando como modelo la levadura Saccharomyces cerevisiae.
Las conclusiones de su investigación apuntan a que el gen GDAP1 es clave para el correcto posicionamiento mitocondrial en las neuronas, hecho que podría ayudar a explicar el proceso neurodegenerativo que tiene lugar en pacientes con mutaciones en este gen.
La enfermedad de Charcot-Marie-Tooth es uno de los trastornos hereditarios más comunes relacionados con los nervios periféricos. Esta enfermedad implica el daño en la cubierta (mielina) alrededor de las fibras nerviosas o afecta al propio axón neuronal. Todos los nervios periféricos se ven afectados, pero el daño es más severo en los nervios motores largos, especialmente en los de las piernas.
Los síntomas comienzan generalmente entre la infancia media y el inicio de la adultez, e incluyen deformidad del pie, pérdida de la masa muscular de la extremidad inferior, entumecimiento, marcha espasmódica y debilidad de las caderas, piernas o pies. Posteriormente, pueden aparecer síntomas similares en los brazos y las manos, lo cual puede generar una deformidad de la mano en forma de garra.
"Las mutaciones en el gen GDAP1 son responsables de tres de las variantes de la enfermedad Charcot-Marie-Tooth. GDAP1 es una proteína ubicada en la membrana mitocondrial externa que se ha relacionado con el proceso de la división mitocondrial. Ya que la dinámica mitocondrial es un proceso conservado a lo largo de la evolución, pensamos que expresar GDAP1 en cepas mutantes para genes relacionados con la dinámica mitocondrial en la levadura Saccharomyces cerevisiae podría ayudar a esclarecer la función biológica de GDAP1", ha explicado la investigadora Anna Estela.
"Nuestros hallazgos demuestran que existe una consistente relación entre la proteína mitocondrial Fis1p y el ciclo celular dado que la eliminación del gen fis1 produce un retraso durante las últimas fases de la división celular. Estas anomalías se rescatan totalmente tras la expresión de GDAP1 en el mutante para fis1, pero no con las mutaciones patológicas de GDAP1 halladas en pacientes con Charcot-Marie-Tooth. En células postmitóticas como las neuronales, GDAP1 podría participar en el correcto posicionamiento mitocondrial a lo largo del axón desde el soma hasta la formación de la sinapsis neuronal para el mantenimiento del estado neuronal activo", ha indicado.
La investigación dirigida por Francesc Palau ha contado con la colaboración de investigadores de la Facultad de Medicina Johns Hopkins de Baltimore, Maryland. Este trabajo abre nuevas posibilidades para la comprensión y el tratamiento de los trastornos hereditarios relacionados con el sistema nervioso. El próximo paso es la experimentación con animales modelo como el ratón.