MADRID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigación de la Universidad Médica y Dental de Tokio (Japón) ha anunciado que ha logrado el primer trasplante clínico del mundo de un 'mini órgano', también llamado organoide, en un paciente con colitis ulcerosa.
La colitis ulcerosa provoca inflamación y úlceras (llagas) en el tracto digestivo. Puede ser debilitante y, en ocasiones, puede dar lugar a complicaciones potencialmente mortales. La colitis ulcerosa pertenece a un grupo de enfermedades denominadas enfermedad inflamatoria intestinal (EII).
El número de pacientes está aumentando y en el mundo se estima en unos 220.000 y 5.000.000 de personas. El tratamiento habitual consiste en suprimir la inflamación con fármacos, pero en los casos graves se puede extirpar todo el colon.
"Si nuestra primera investigación en humanos con trasplante de organoides da buenos resultados, esperamos que progrese el desarrollo de la medicina de organoides para enfermedades intratables del tracto digestivo, como la enfermedad de Crohn", ha comentado el vicepresidente y profesor de la Universidad Médica y Dental de Tokio, Mamoru Watanabe.
La investigación clínica comenzó con la recogida en las proximidades del paciente de una mucosa colónica sana y su colitis ulcerosaltivo durante aproximadamente un mes para formar organoides esféricos con un diámetro de entre 0,1 y 0,2 mm. El 5 de julio se trasplantó un organoide en el colon del mismo paciente mediante una colonoscopia. El paciente evolucionó bien y fue dado de alta el 6 de julio.
En experimentos anteriores con modelos de ratón, el equipo confirmó que al colitis ulcerosaltivar las células en los organoides y luego trasplantarlos, las mucosas se regeneraban en aproximadamente un mes y el colitis ulcerosarso clínico mejoraba, mientras que las células madre solas no se trasplantaban porque no podían colitis ulcerosaltivarse in vitro.
En este estudio clínico, como se utilizan las células del propio paciente, existe la ventaja de que no se produce el rechazo del trasplante. Además, como se utiliza la colonoscopia para la recogida y el trasplante, no es necesario realizar una laparotomía, y el tratamiento puede llevarse a cabo con un método mínimamente invasivo.
Después de este trasplante, se realizará un examen médico al cabo de 4 y 8 semanas. El paciente será sometido a un seguimiento de hasta un año para comprobar su seguridad y eficacia. Se realizará un nuevo trasplante de organoides para un máximo de ocho pacientes.