MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
Varios equipos del CIBER de Enfermedades Infecciosas (CIBERINFEC) han analizado la evolución de la resistencia a los antibióticos de una de las bacterias asociadas con mayor mortalidad por esta causa a nivel mundial, 'Pseudomonas aeruginosa', y han observado ha disminuido.
El estudio, liderado desde el Instituto de Investigación Sanitaria Illes Balears (IdISBa) y el Hospital Son Espases, que ha contado con la participación de más de 60 hospitales españoles, ha analizado a nivel fenotípico y genómico más de 3 000 cepas de 'P. aeruginosa' obtenidas de pacientes infectados en dos periodos separados por 5 años (de 2017 a 2022).
Los resultados, que se han publicado recientemente en 'The Lancet Regional Health-Europe', revelan que, en 2022, las bacterias mostraron una menor resistencia a todos los antibióticos evaluados, tanto los más antiguos como los más nuevos, lo que implica que las bacterias fueron más susceptibles a estos tratamientos. Además, se encontró una disminución significativa en la prevalencia de perfiles bacterianos de multirresistencia (resistencia a tres o más familias de antibióticos) y resistencia extensa (resistencia a todas menos 1 o 2 familias) en 2022 en comparación con 2017.
"Hemos documentado un descenso generalizado de la resistencia a los antibióticos de este relevante patógeno, incluyendo los perfiles de multirresistencia y resistencia extensa", explica Antonio Oliver, jefe de grupo del CIBERINFEC en IDISBA y último firmante del artículo. Por su parte, Laura Zamorano Paez, investigadora de IdisBa y CIBERINFEC y otra de las autoras principales, destaca que "esta reducción fue evidente en general, pero fue aún más notable entre las cepas aisladas en las unidades de cuidados intensivos".
INCREMENTO DE UNA VARIANTE MÁS VIRULENTA Y RESISTENTE
Sin embargo "hay también malas noticias", manifiesta el equipo, ya que han observado un incremento significativo de la proporción de cepas con estos perfiles que producen el mecanismo más peligroso, las 'carbapenemasas', asociadas con la diseminación de la cepa epidémica hipervirulenta 'ST235'".
Esta cepa es una variante específica de 'P. aeruginosa 'que posee características particulares de hipervirulencia y resistencia a los antibióticos y tiene una capacidad excepcional para propagarse y causar enfermedades en un número significativo de individuos. "La combinación de hipervirulencia y resistencia a los antibióticos es especialmente preocupante en el contexto médico" apunta Zamorano.
Este aumento en las cepas que producen carbapenemasas es motivo de preocupación ya que se trata de enzimas que confieren resistencia a los carbapenémicos, una clase importante de antibióticos utilizados en situaciones clínicas críticas. Además, la expansión de la cepa 'ST235', que es tanto hipervirulenta como resistente a los antibióticos, plantea desafíos adicionales para el control de las infecciones.
El equipo advierte que "para abordar estos problemas y comprender mejor las tendencias de resistencia es fundamental mantener una vigilancia continua que permita seguir de cerca la evolución de la resistencia a los antimicrobianos y analizar el impacto de los planes nacionales destinados a combatir la resistencia a los antibióticos".
Tal y como apuntan las conclusiones de este trabajo es necesario establecer estrategias específicas para el diagnóstico rápido de las infecciones por esta cepa particularmente peligrosa, con el objetivo de establecer tratamientos personalizados de precisión y contener su diseminación.
Este estudio ha sido realizado bajo el auspicio del Grupo de Estudio de Mecanismos de Acción y Resistencia a los Antibióticos (GEMARA) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y el proyecto MePRAM (Medicina personalizada frente a la resistencia a los antibióticos) del Instituto de Salud Carlos III.