Ante la próxima reunión de la ONU para conseguir un tratado contra la contaminación de los plásticos
MADRID, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores internacionales ha pedido en la última edición de 'The Lancet' una mayor vigilancia y regulación para frenar los efectos de la contaminación por plásticos en la salud y ha anunciado un nuevo proyecto para hacer un seguimiento de estos efectos. Así lo han comunicado en el marco de la ronda de negociaciones de la ONU para conseguir un tratado mundial sobre la contaminación de los plásticos, que está a punto de comenzar.
Se estima que 8.000 millones de toneladas métricas de residuos plásticos contaminan actualmente el planeta. A lo largo de su ciclo de vida, los plásticos, incluidos los productos químicos plásticos, provocan una serie de efectos adversos para la salud, según escriben los investigadores en un informe sobre políticas sanitarias para la revista británica.
"Queremos concienciar a la gente de que el plástico no es tan seguro, tan cómodo ni tan barato como creen. Los plásticos se fabrican a partir de combustibles fósiles, contaminan los alimentos y el agua, están relacionados con muchas enfermedades humanas y suponen unos costes elevados en atención médica y daños medioambientales", ha manifestado Philip Landrigan, coautor y profesor de Biología del Boston College Philip Landrigan, además de director del Observatorio Global sobre Salud Planetaria.
El seguimiento de estos impactos y de una serie de intervenciones públicas y privadas para cumplir los objetivos previstos en el tratado de la ONU será el tema central de 'Lancet Countdown on Health and Plastics', una iniciativa conjunta del Boston College, la Universidad de Heidelberg (Alemania), el Centre Scientifique de Monaco y la Fundación Minderoo (Australia).
"El 'Lancet Countdown on Health and Plastics' proporcionará a los responsables políticos y al público información fiable sobre cómo estamos abordando la crisis mundial del plástico a medida que entra en vigor el tratado de las Naciones Unidas sobre los plásticos", ha afirmado Landrigan.
"El 'countdown' hará un seguimiento de la eficacia del tratado recopilando información de todo el mundo que actualmente se encuentra dispersa en numerosas bases de datos y nos ofrecerá una visión coherente y actualizada de los efectos del plástico en la salud humana", ha añadido Landrigan.
LA PRODUCCIÓN DE PLÁSTICO SE TRIPLICARÁ EN LOS PRÓXIMOS AÑOS
Representantes de los Estados miembros de las Naciones Unidas se reunirán en Ginebra (Suiza) del 5 al 14 de agosto con el fin de completar un tratado mundial sobre los plásticos para poner fin a la contaminación por plásticos. El mandato de estas negociaciones es elaborar un pacto internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos, incluida la del medio marino, basado en un enfoque integral que aborde todo el ciclo de vida de los productos plásticos.
En un artículo publicado en 'The Lancet', Landrigan y un equipo internacional de científicos señalan que, si no se producen cambios, la producción de plástico casi se triplicará entre 2019 y 2060. Además, analizan las pruebas que demuestran que los plásticos ponen en peligro la salud humana en todas las etapas de su ciclo de vida.
En este sentido, los investigadores señalan las emisiones atmosféricas derivadas de la producción de plástico incluyen partículas, dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno, así como sustancias químicas peligrosas a las que están expuestos los trabajadores del sector.
Además, advierten de que la producción de plástico es un importante factor del cambio climático, ya que cada año libera a la atmósfera más gases de efecto invernadero que Brasil.
"Las sustancias químicas presentes en los plásticos son responsables de muchos de los daños que estos causan a la salud. Existen pruebas sólidas de que estas sustancias químicas son perjudiciales para la salud en todas las etapas de la vida humana, siendo los bebés en el útero y los niños pequeños especialmente vulnerables", apuntan.
Asimismo, aseguran que el 75 por ciento de las sustancias químicas de los plásticos nunca se han sometido a pruebas de seguridad. "También se han detectado partículas de microplásticos en tejidos y fluidos corporales humanos, y se han relacionado con enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares", agregan.
"No se puede subestimar la magnitud tanto de la crisis climática como de la crisis del plástico. Ambas están causando enfermedades, muertes y discapacidades a decenas de miles de personas en la actualidad, y estos daños se agravarán en los próximos años a medida que el planeta siga calentándose y la producción de plástico siga aumentando", finaliza Landrigan.