MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Missouri (Estados Unidos) han evidenciado en ratones como un único episodio de consumo excesivo de alcohol puede afectar el gen que regula el sueño, lo que lleva a la interrupción del sueño en los ratones.
Usando un modelo de ratón, los investigadores monitorearon el efecto del consumo excesivo de alcohol en los patrones de sueño, observando que los ratones expuestos a las borracheras experimentaron un aumento significativo del movimiento ocular durante el sueño, seguido por un aumento de la vigilia y un sueño reducido.
Además, después de la borrachera los roedores no experimentaron un aumento en el nucleósido que promueve el sueño (adenosina) en el cerebro, ni en la presión durante la privación del sueño.