MADRID 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica (INIBIC) del Complejo Hospitalario Universitario A Coruña han logrado regenerar lesiones puntuales del cartílago articular, causadas por golpes, giros o sobrecarga, utilizando células de la membrana amniótica -un tipo de células que no han causado rechazo-, que logran una mayor recuperación y no generan conflictos éticos. El estudio se ha presentado en el Congreso Mundial de Artrosis 2011, celebrado en San Diego (Estados Unidos).
Según explica la investigadora principal, la doctora Emma Muiños, que ha asistido a este congreso gracias a una de las becas OARSI de la Sociedad Española de Reumatología, con la colaboración de Bioibérica Farma, "estas células no generan conflictos éticos, al proceder de un tejido de desecho que normalmente se descarta tras el parto". "Tampoco provocan --ha añadido-- rechazo inmunológico y podrían favorecer una recuperación más temprana de los pacientes".
La importancia de este estudio y su objetivo principal es que se intenta determinar la utilidad de la membrana amniótica como fuente de células madre útiles en el desarrollo de un tratamiento de terapia celular capaz de mejorar los resultados obtenidos hasta este momento, según ha indicado esta investigadora.
En la actualidad, las lesiones del cartílago articular son muy difíciles de curar por su baja capacidad de auto-reparación. De hecho, en la artrosis, una vez que se produce una lesión en el cartílago, la evolución natural es la destrucción del resto del tejido.
Esta investigación demuestra que se pueden obtener dos tipos celulares de una sola fuente tisular (del mismo tejido), que son las células mesenquimales estromales amnióticas humanas (CMEAh) y las células epiteliales amnióticas humanas (CEAh).
"Ambas han demostrado que son capaces de sintetizar un tejido que rellena las zonas lesionadas, aunque las células mesenquimales parecen ser más adecuadas en este tipo de terapia", apunta la doctora Muiños, quien, sin embargo, ha precisado que aún se debe mejorar la calidad del tejido obtenido para comenzar a desarrollar modelos 'in vivo'.
PREVENIR LA ARTROSIS
Los beneficiarios de este tratamiento serían los pacientes afectados de una lesión condral puntual, debida principalmente a traumatismos, giros bruscos o sobrecargas continuadas que pueden producirse, por ejemplo, en deportistas de élite o trabajadores sometidos a elevadas cargas físicas.
"Con esta terapia se podría evitar que una pequeña lesión degenere en una artrosis, enfermedad que, hoy por hoy, no tiene cura, es de alta prevalencia entre la población española y consume una gran cantidad de recursos sanitarios, además de ser una de las causas más importantes de dolor, discapacidad y pérdida de calidad de vida en este país", sostiene la investigadora. En España, el 80 por ciento de las personas mayores de 65 años padece artrosis.
A juicio de Muiños, "una de las ventajas es que se ha conseguido una fuente tisular de células madre que permite la extracción de más de un tipo celular". "Además, la membrana amniótica es un tejido de origen embrionario, lo cual hace que las células obtenidas se encuentren en un nivel jerárquico privilegiado, entre las células madre embrionarias --asociadas a grandes problemas éticos-- y las células madre adultas, con mayores limitaciones en sus posibles aplicaciones", dice.
Asimismo, añade, "se logra usar un tejido de desecho en un campo en el que hasta ahora no se había utilizado".
Los tratamientos de terapia celular desarrollados actualmente en el campo de la Reumatología implican, de algún modo, la realización de daños añadidos a una articulación ya perjudicada. Entre los más utilizados se encuentra la microfractura (apertura de una lesión focalizada hacia el hueso subcondral) o el trasplante de condrocitos autólogos.
SIN RECHAZO INMUNOLÓGICO
En este último caso, se necesita realizar dos intervenciones quirúrgicas: la primera para extraer un fragmento de cartílago sano del paciente que permitirá obtener de él los condrocitos que se expanden 'in vitro' y la segunda operación, en la que se introducen las células y se coloca una membrana de periostio del propio paciente para cerrar la lesión.
En este sentido, Muiños asegura que, "con este nuevo tratamiento, se facilitará no sólo los procedimientos a realizar por el propio equipo médico, sino que, además, el afectado se vería sometido a una intervención menos, no se le causaría daños a la articulación afectada y la recuperación del paciente podría ser más rápida". "Además, las células obtenidas de membrana amniótica no provocan rechazo inmunológico, lo que facilita posibles donaciones entre pacientes", anota.
Los mayores esfuerzos realizados en el campo de la medicina regenerativa aplicada a la Reumatología están dirigidos a la ingeniería tisular. Según Muiños, "se trata de una disciplina que tiene como objetivo desarrollar sustitutos biológicos con el fin de restablecer, mantener o mejorar la función tisular, siendo necesario para ello la aplicación de principios y métodos tanto de la ingeniería como de las ciencias de la vida".
Por tanto, añade, se desarrollan biomateriales de síntesis química para utilizarlos como soportes de células, de manera que se favorezca su diferenciación, proliferación y puedan permitir la formación de un nuevo tejido con las características propias del tejido nativo.
"Este tipo de técnicas favorecerían la recuperación de tejidos propios de las articulaciones, que podrían frenar el desarrollo de un proceso artrósico o la regeneración de un tejido tras una lesión, que de forma general crea un tejido de baja calidad", concluye.