MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Grupo Clínico Vinculado al CIBERER liderado por José Antonio López-Escámez en la Universidad de Granada y el Instituto Biosanitario de Granada (ibs.GRANADA) han identificado un nuevo gen asociado a la enfermedad de Meniere (EM) familiar.
La audición y el equilibrio son procesos complejos en los que participan miles de genes. Cuando la secuencia de alguno de estos genes está alterada por mutaciones raras, estos procesos pueden verse afectados, provocando diferentes tipos de enfermedades con pérdida de audición, como la EM.
La EM es una enfermedad del oído interno que se define por episodios de vértigo recurrente, asociados con ruido en los oídos (acúfenos) y pérdida de audición progresiva. La EM familiar es una enfermedad rara que afecta a 6-7 de cada 100.000 personas en España.
En este trabajo, publicado en la revista científica 'Clinical and Translational Medicine', se ha analizado el exoma completo de 77 familias con EM. Los resultados han permitido identificar mutaciones de un solo nucleótido y deleciones raras en el gen TECTA en 6 familias diferentes.
El gen TECTA codifica una proteína llamada alfa-tectorina, que es específica de la membrana tectoria y la membrana otolítica del oído interno. Estas membranas juegan un papel crítico en los procesos de audición y equilibrio, ya que están en contacto intimo con las células ciliadas del oído interno a través de los estereocilios. Este contacto regula la apertura de canales iónicos en los estereocilios y la despolarización de las terminaciones nerviosas.
Por tanto, estas mutaciones pueden afectar la estructura de alfa-tectorina y la formación de la membrana tectoria, con lo que alteran la transmisión del sonido o la detección del movimiento y la aceleración de la cabeza.
Este gen ya se había relacionado con otros tipos de sordera y no es el primer gen asociado a esta enfermedad. La genética de la EM familiar es compleja, habiéndose descrito en estos últimos años diferentes relaciones entre esta enfermedad y diversos genes, como OTOG, MYO7A, CDH23, PCDH15 o ADGRV1.
No obstante, estos genes tienen algo en común: todos cumplen un papel importante en las células ciliadas del órgano auditivo y la membrana tectoria, que regula la entrada de iones calcio y potasio en las células enviando el impulso nervioso.
Los resultados de este artículo parecen indicar que el origen de la EM familiar se encontraría en las proteínas que unen los cilios de las células auditivas o forman las membranas tectoria y otolítica.
El estudio de la EM y la identificación de nuevos genes que puedan explicar el origen de la enfermedad puede ayudar a descifrar los mecanismos de la enfermedad, facilitando su diagnóstico genético de forma precoz, así como el desarrollo y la aplicación de nuevos fármacos para su tratamiento.
El grupo de investigación 'Otología y Otoneurología CTS495' liderado por el profesor López-Escámez es un referente internacional en la investigación de las alteraciones genéticas e inmunológicas de la EM. Actualmente desarrolla en varios proyectos de investigación financiados por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades y el CIBERER.