HUELVA 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de las Universidades de Huelva y Sevilla han diseñado nanotransportadores para combatir el cáncer de mama, a través de una técnica de encapsulación de fármacos mediante el uso de un compuesto químico --derivado el rutenio-- que libera de forma controlada agentes anticancerígenos.
Según ha informado la UHU en una nota, la nanomedicina se ha convertido en una de las grandes apuestas para el tratamiento de enfermedades como el cáncer y otras de origen genético, y el diseño de nanotransportadores es uno de los campos científicos-tecnológicos más prometedores desde una perspectiva científica.
"Necesito un vehículo que transporte el medicamento por el torrente sanguíneo. El coche, por así decirlo, lo dirigimos hacia la célula o el conjunto de células o tejidos que se quieren tratar --si es un cáncer-- o curar si es una infección", ha subrayado el investigador de la UHU Manuel López López.
En este sentido, ha detallado que "lo que hacen los nanotransportadores es que la dosificación del medicamento disminuye y éste va dirigido específicamente hacia el lugar del cuerpo humano a tratar, por lo que su administración se hace más controlada, atacándose a determinadas células o tejidos sin dañar otras".
Actualmente, investigadores de las Universidades de Huelva, Sevilla y del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS) han utilizado un compuesto derivado de un elemento químico --el rutenio-- para analizar su viabilidad como "agente" terapéutico en el tratamiento de algunos cánceres.
Los investigadores han realizado ensayos in vitro con células humanas de distintas líneas (hematopoyéticas): cáncer de mama, pulmón, colon e hígado y, según ha comentado el propio López, se ha comprobado la eficacia en todos los casos. "No obstante, la micela del rutenio tiene sus preferencias: el cáncer de mama", ha remarcado.
Los resultados de la investigación serán publicados en la revista Colloids and Surfaces B: Biointerfaces el próximo mes de marzo. Para el investigador de la UHU, la nanomedicina es esencial para la administración de fármacos en enfermedades de tipo genético y durante los últimos años han sido numerosos equipos científicos los que se han sumado a la investigación de vectores que mejoren la eficacia de los medicamentos.